Ion SALGADO
gasteiz
Entrevue
LOLI RUIPÉREZ
CELADORA DE TXAGORRITXU Y ENFERMA DE COVID-19

«Enfermé el lunes y me hicieron la prueba el sábado; tenía coronavirus»

Loli Ruipérez abandonó la semana pasada la UCI de Txagorritxu, donde trabaja como celadora. El vídeo en el que se ve el recibimiento de sus compañeros y compañeras se ha hecho viral; el propio Iñigo Urkullu lo difundió. Todavía continúa ingresada.

El caso de Loli Ruipérez ha acabado en buena noticia, con una difusión viral muy emotiva, y ha sido presentado como ejemplo de que el coronavirus se puede superar. Pero su testimonio desde el hospital da mucho que pensar....

¿Cómo contrajo y cómo se detectó la enfermedad?

Trabajé un fin de semana y el lunes ya me levanté con fiebre. Llame a Salud Laboral y me dijeron que llamase al médico de cabecera para que me diese la baja porque sería una gripe. El médico me dio la baja, y al día siguiente volví a llamar a Salud Laboral, que insistió en que seguramente sería una gripe.

El segundo o el tercer día que vino el médico de cabecera a casa, vio que tenía neumonía y me preguntó si alguien podía llevarme a Urgencias. Efectivamente tenía una neumonía típica y, en ese momento, no se me hizo la prueba del coronavirus. Mi hermana insistió y dijeron que no porque era una neumonía típica y en esos casos no se hace. Me fui a casa con antibióticos.

Eso fue el jueves, el sábado estaba cada vez más ahogada, volví a Urgencias y lo que era una neumonía típica había pasado a los dos pulmones. Me hicieron la prueba y tenía coronavirus.

Pasé a planta, y a partir de ahí no tengo recuerdos claros. Sé que me llevaron a la UCI y pensé que era para estabilizarme, pero mi sorpresa fue que 16 días después desperté sin saber muy bien dónde estaba. Si se me hubiera hecho más caso no hubiera llegado a la situación en la que he estado, que ha debido ser crítica, según me cuentan. Pero tengo que agradecer al médico de Atención Primaria, gracias a él estoy aquí. Es el único que creyó en mí y estuvo encima. Estoy un poco descontenta con Salud Laboral porque no se me hizo mucho caso.

¿Cuándo usted fue a Txagorritxu ya se habían detectado los primeros casos en el hospital?

Sí, ya había casos, pero como decían que era una neumonía típica, no me hicieron la prueba. Yo soy celadora y dicen que tienes que estar a menos de dos metros y no más de quince minutos con una persona afectada. Pero un celador, y más de Urgencias, es el primer contacto que tiene un paciente, el que te recoge en la puerta, el que te sube a planta… Tenemos contacto, y yo el día anterior estuve haciendo ingresos.

La primera vez que fue a Urgencias, cuando le dijeron que se era una neumonía típica, ¿le recomendaron adoptar alguna medida de precaución?

No recuerdo. Estuve en mi habitación, igual porque me lo dijo el médico de cabecera. Mi hija mayor estuvo conmigo y sí que en el baño yo tenía mi toalla, pero tomé esas medidas porque también yo sabía lo que había.

¿Cómo fue el paso por la UCI?

Lo único que recuerdo es cuando me subieron, que les dije a mis compañeras que tenía mucho miedo. Luego he estado sedada y no recuerdo nada.

Recordará al menos el homenaje que le tributaron sus compañeros y compañeras.

Creía que me moría de vergüenza, porque soy una persona vergonzosa. Pero me ha dado mucho ánimo porque he visto que mi familia, mis hijas sobre todo, han estado apoyadas en todo momento. Estoy muy agradecida tanto de los cuidados como de los compañeros y de los amigos. El trato recibido por los profesionales, tanto en la UCI como ahora que estoy en la séptima planta, ha sido exquisito.

¿Cuál es su situación actual?

He estado en aislamiento, porque había cogido una bacteria en la UCI, pero hoy –por ayer– me han dado noticias buenas e igual en unos días me puedo ir a casa. Cuando salga seguiré, por protocolo, 14 días aislada. Luego me harán una prueba a ver qué tal estoy. Hoy estoy muy bien, pero cuando salí de la UCI fue muy duro porque me puse de pie y me di cuenta de que tenía que volver a aprender a andar, y he perdido toda la masa muscular. No tenía fuerzas y me queda mucho camino por recorrer porque estoy muy débil. Voy de la cama al baño y para mí es como subir el Everest. Todas las mañanas viene una fisioterapeuta y hacemos ejercicio. Estoy muy contenta por cómo avanzo, me encuentro mucho mejor.

¿Considera que al principio se subestimó el Covid-19, comparándolo con una gripe?

No sé si es que no nos hacíamos a la idea de lo que nos venía, porque esto no tiene nada que ver con una gripe.