Miren ARTETXE
LIBROS PARA UNA CUARENTENA

Grandes dosis de humor y una perversa ironía

Alos amantes del teatro no les resultará desconocido el nombre de Alan Bennett; tampoco a los aficionados al cine (es guionista de “Ábrete de orejas” o “La locura del rey Jorge”). Menos conocido es el Bennet narrador, pero cuando te acercas a alguna de sus novelas se convierte en uno de los tuyos. Por su originalidad, por su afilado sentido del humor, por su sarcasmo, por su irónico y particular retrato de la sociedad británica, por sus salidas siempre sorprendentes… y porque son muy cortitas y se leen de un tirón. En este texto, nos vamos a centrar en cuatro de sus títulos.

En “La ceremonia del masaje” asistimos a un funeral que más bien parece un paseo de por la alfombra roja y en el que las celebritys se miran de reojo unas a otras. En “Con lo puesto” somos testigos de la perplejidad de una pareja acomodada a la que le han desvalijado su casa, llevándose incluso la moqueta, el rollo de papel higiénico, el horno y hasta el asado listo para comer.

En “Una lectora nada común” nos encontramos con la reina de Inglaterra convertida en una lectora voraz tras un encuentro casual con un bibliobús.

Y en “Dos historias nada decentes” vemos a una viuda reciente que tiene alquilada una habitación a una pareja de estudiantes que le proponen pagarle en especies; y a una señora que lleva fatal el hecho de que su hijo vaya a casarse con una chica que tiene el muy vulgar nombre de Betty y, aunque muy rica, es muy fea.

Historias todas ellas que nos muestran el indudable arte para el humor de Bennett. Por mencionar una, me quedo con “La ceremonia del masaje”.