A las puertas de la factoría de Agoitz, el presidente del comité de empresa de Agoitz, Alfonso Poyo, señaló ayer que la plantilla va a luchar por mantener los 239 puestos de trabajo «con todas sus fuerzas», al tiempo que denunció que el cierre «unilateral» anunciado encubre «una deslocalización pura y dura» llevada a cabo por una empresa «que gana mucho dinero y que quiere ganar más sin importarle tiene carga de trabajo hasta 2021– y ha recalcado que «podemos adaptarnos para hacer modelos más grandes de palas». Por eso, incidió en «la falta de escrúpulos y la avaricia de la multinacional que no duda en sacrificar el futuro de toda una comarca, como ya ha demostrado en ocasiones anteriores».

El comité solicitó la «implicación de las administraciones» para revertir la decisión de una empresa que «ha recibido mucho dinero público». Tiene previsto mantener reuniones con la presidenta de Nafarroa, María Chivite, el Defensor del Pueblo y con todos los partidos con representación en el Parlamento.

Durante el período de consultas del ERE de extinción, que arrancará el próximo 8 de julio, se convocará a la huelga. Además, en Iruñea se celebrará una manifestación el 11 de julio, a partir de las 18.00, desde la antigua Estación de Autobuses.