GARA
IRUÑEA

El Gobierno navarro dice que trabaja por mantener a Gamesa en Agoitz

El consejero navarro de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, aseguró ayer que trabajan por el mantenimiento de la actividad de Gamesa en Agoitz al no compartir la decisión anunciada por la dirección de la empresa. Para hoy, el comité ha puesto cita a las 18.00 en la antigua estación de autobuses de Iruñea, de donde partirá una manifestación.

El Ejecutivo de Iruñea trabaja para mantener la producción de palas para aerogenerador en Agoitz y evitar un cierre que le provoca «malestar». «El Gobierno no está nada contento por la decisión anunciada por la empresa», afirmó el consejero de Desarrollo Económico, quien dijo que es una decisión que no comparten «en absoluto».

Manu Ayerdi expresó «toda la cercanía con los trabajadores, que llevan los diez años de la planta de Aoiz a tope». «Estamos hablando de personas que llevan muchos años en esto, que conocen muy bien su oficio, que tienen una reconocida y reputada productividad y rendimiento en el trabajo, y eso es un elemento a destacar. Detrás de cada número hay una persona y una familia», resaltó. Por ello, insistió, «vamos a poner todo lo que esté de nuestra parte con ese objetivo de mantener la actividad de palas en Aoiz».

Las declaraciones las hizo con motivo de la reunión con una representación de los trabajadores, que le pidieron la retirada del expediente de rescisión de contratos y que no se lleve a cabo el anunciado cierre.

Antes de mantener el encuentro, el presidente del comité, Alfonso Poyo, de ELA, afirmó que la representación social quiere pedir a la Administración «responsabilidad con el dinero púbico, con lo que este Gobierno invirtió en la empresa».

«Vamos a pedir la retirada del expediente», declaró Poyo, quien emplazó a acudir hoy a la manifestación convocada en Iruñea, a las 18.00, porque «esta es nuestra lucha y es con lo que tenemos que continuar».

Tienen esperanzas

Tras resaltar que su intención es «seguir tocando puertas», comentó que «por supuesto» tienen esperanzas de revertir esta situación. En ese sentido, pidió «responsabilidad a los políticos», porque «son ellos los que tienen que poner toda la carne en el asador».

«No puede ser que una empresa, después de diez años, después de todas las expectativas que traía, ya no valga para nada, no nos lo creemos», destacó el presidente del comité, quien insistió en que «los argumentos que ha esgrimido la empresa hasta ahora no nos los creemos, no son válidos».

La dirección argumenta que la planta de Agoitz no tiene capacidad para producir las palas de gran tamaño que va a demandar el mercado. «Nos dan unos futuribles que a día de hoy no son creíbles desde nuestro punto de vista», señaló Poyo.