Idoia ERASO

LA MASCARILLA SE EXTIENDE EN IPAR EUSKAL HERRIA CON AYUDAS

El próximo martes la obligatoriedad del uso de la mascarilla se extenderá a los centros de trabajo y de Secundaria en el Estado francés. En estos momentos se exige su utilización en lugares públicos cerrados y en algunas calles de ciertas localidades. Para hacer frente al gasto que supone la ampliación de zonas de uso, se están repartiendo ayudas y el departamento de los Pirineos-Atlánticos facilitará diez mascarillas lavables a los alumnos y a los trabajadores departamentales.

El comienzo de curso supondrá un cambio importante tanto para los trabajadores como para los alumnos en el Estado francés. En estos momentos en los que se multiplican los contagios detectados, las medidas para hacerle frente se están endureciendo, y entre ellas la principal es la extensión del uso de la mascarilla a los espacios laborales y educativos.

Aunque el Gobierno de París ha establecido un precio máximo para las mascarillas quirúrgicas desechables, que no puede superar los 95 céntimos por unidad, supone un gasto extraordinario importante. No ha establecido ningún límite en el caso de las reutilizables, y como su uso todavía es mucho menor al norte del Bidasoa, en estos momentos la oferta también lo es. Teniendo en cuenta dicho gasto, algunas instituciones están otorgando ayudas públicas y ofrecen las máscaras de forma gratuita.

En lo que atañe a Ipar Euskal Herria, las ayudas están ligadas al comienzo de curso. Será la semana próxima y el uso de la mascarilla será obligatorio a partir de los 11 años. Los profesores comenzarán el lunes, el último día de agosto, y los alumnos el 1 de setiembre. Las medidas para hacer frente a la propagación del covid-19 se reducen a poner a disposición de todos el gel desinfectante y a la utilización de la mascarilla cuando no se pueda respetar la distancia de seguridad, que está fijada en un metro.

Ayudas de cara al comienzo de curso

El Departamento de Pirineos Atlánticos pondrá diez mascarillas a disposición de cada alumno de Secundaria y de los empleados departamentales, lo que representa 315.000 unidades. Se repartirán en los 49 colegios públicos y los 38 privados, que acogen a los estudiantes de entre 11 y 15 años. También lo recibirán los 2.600 empleados departamentales, entre los que se incluyen los que trabajan en los colegios.

La responsabilidad en lo que representan los centros de Secundaria está dividida en dos partes. En lo que compete al colegio se ocupa el departamento mientras que los liceos que acogen a los alumnos de entre 15 y 18 años quedan en manos de la región.

La región de Alta Francia ya ha informado de que facilitará una mascarilla a cada alumno de liceo o aprendiz. Habrá que ver si Nueva Aquitania, a la que corresponden los tres territorios del norte de Euskal Herria, sigue ese camino.

Por otra parte, el Estado ha aumentado la dotación de la ayuda que suele otorgar a las familias para hacer frente a los gastos del comienzo de curso en 100 euros. La Confederación de Familias estima que, aunque se trate de una mejora, no compensa las necesidades derivadas del contexto de crisis sanitaria. Entre otras reivindicaciones, demanda que las mascarillas sean gratuitas. El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, ha declarado que tal vez lo sean para las familias en «gran dificultad».

En el lugar de trabajo

También los trabajadores tendrán que llevar tapabocas. La razón de dicha reglamentación se basa en que el 24% de los focos de contagio está ligado al lugar de trabajo, según los datos del Estado francés.

La utilización será generalizada en los espacios cerrados y compartidos, incluso aunque haya barreras de plástico. Considerado como «equipamiento individual de trabajo», el gasto de la mascarilla desechable o reutilizable correrá a cargo del empresario. El sindicato CGT también ha puesto encima de la mesa el control de la calidad del artículo, y ha propuesto la posibilidad de crear una rama estatal especializada para ello.

Algunos sindicatos también estiman que la utilización del tapabocas es insuficiente para asegurar la seguridad de los trabajadores, y afirman que la situación merece una reflexión más global, en la que también se tengan en cuenta las características de las diferentes ramas.

En la calle

La utilización de la mascarilla también está aumentando en la calle. A diferencia del Estado español, en el francés su uso no es obligatoria en el exterior, pero cada vez resulta mayor el número de lugares en los que se impone su uso.

En alrededor de 12.300 localidades es obligatoria su utilización en parte o en la totalidad de sus calles, lo que representa más de un tercio del Estado.

En Ipar Euskal Herria, se ha ido viendo cómo durante el mes de agosto cada vez es mayor el número de espacios en los que es necesario llevar el tapabocas. Empezó con cinco localidades costeras el 4 de agosto, ahora son ya ocho, tanto en la costa como en el interior, y el perímetro en las localidades ha aumentado considerablemente, especialmente en Baiona.