Quiere volver a ser el futbolista que rindió con trabajo y goles en Las Palmas y Alavés. Jonathan Calleri, ahora en su versión rojilla, busca resarcirse de la mala temporada que protagonizó defendiendo la elástica del Espanyol, conjunto que acabó bajando a Segunda. El ariete jugó solo diez partidos completos con los periquitos y apenas anotó una diana, precisamente frente a Osasuna, en el 2-4 del RCDE Stadium.

Propiedad de Maldona-do –otro fondo de inversión que busca lucrarse con el fútbol–, durante dos meses ha estado trabajando por su cuenta, a la espera de que le llegase alguna oferta interesante. Y apareció la del club navarro –ya quiso hacerse con sus servicios el verano pasado–, que encajaba con lo que estaba buscando: seguir jugando en Europa y encontrar acomodo en un club que ejecutase un fútbol acorde a sus características.

«Puedo jugar con uno y dos delanteros, soy de juego directo, aguantar balones, abrirlos a banda y, a ser posible, estar en el área para poder rematarlos y transformarlos en gol. Creo que ello encaja con el estilo de Osasuna», se autodefinió como jugador, que le puede ir como un guante al estilo futbolístico de Jagoba Arrasate.

De hecho, una de las razones que le inclinaron al ariete argentino a optar por la oferta rojilla fue el hecho de recalar «en un club que está en constante progreso y que quiere mejorar más todavía», además de un lugar tranquilo donde «se puede llegar a rendir más de lo que se espera, me gustan los desafíos y quiero resarcirme de la mala temporada anterior», reiteró.

Además, ya sabe que cuenta con la confianza de Arrasate, que le dio algunos minutos en el tramo final del choque contra el Getafe, pese a haber entrenado solo una sesión con sus compañeros. Es consciente, en todo caso, Calleri que todavía le queda un tiempo para ponerse al nivel del resto de la plantilla. Lo evaluó en «unos 10 o 15 días, ya que he entrenado por mi cuenta, pero no es lo mismo que hacerlo sobre el césped y formando parte de un grupo», admitió.

Intensidad y llevar la iniciativa

Interpelado por el inminente enfrentamiento contra el Levante, el futbolista sudamericano explicó que le gustaría ver a un Osasuna «que lleve la iniciativa y sea intenso», y cuanto antes acompañado por su afición en las gradas. Recordó, así, que jugó en El Sadar durante el último partido que hubo público antes del confinamiento, «y me encantó el ambiente».

Aparte de los lesionados de larga duración –Ávila, Darko y Brandon– y la ya conocida baja de Aridane por una lesión muscular, todo apunta a que Arrasate podrá contar con el resto del bloque, ya que durante la sesión de ayer se pudo ver que Enric Gallego y Unai García están recuperados. El plantel rojillo realizará hoy una sesión de recuperación y el sábado perfilará el once en El Sadar.