El Ibex abrió la semana a la baja, presionado por el avance imparable del coronavirus, el aumento de las restricciones en todo el mundo y el hundimiento en bolsa de la alemana SAP, la primera empresa tecnológica europea. El sentimiento negativo que imperó en los mercados no le permitió al Ibex amarrar al cierre los 6.800 puntos. Hoy saldrá con 6.796,90 puntos, tras descontar un 1,40%.

En Europa, destacó el gran derrumbe de Fráncfort (-3,71%), arrastrado por el desplome del 21,94% de SAP. La firma alemana de software adelantó una fuerte caída en sus ingresos y lanzó un preocupante aviso sobre el retraso de dos años en la consecución del objetivo de beneficios por el impacto negativo del coronavirus. Tampoco ayudó el descenso del índice IFO de confianza empresarial en Alemania, que rompe en octubre una racha de cinco meses al alza. Por su parte, París bajaba un 1,90%, Milán, un 1,76%, y Londres, un 1,16%.

Además de sufrir por la propagación de los contagios, con nuevos récords a uno y otro lado del Atlántico, los inversores debieron digerir la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para firmar el paquete de estímulos fiscal antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Los índices principales de Nueva York abrieron en negativo, y una hora después del cierre en Europa, las pérdidas eran importantes. El Dow Jones, el peor, caía más de un 3,30%, mientras el S&P 500 y el Nasdaq 100 recortaban en torno al 2,80%.

En el Ibex, los mayores castigos eran para IAG (-7,47%) y ACS (-5,02%), mientras que Cellnex (+1,81%) y Bankinter (+1,72%) encabezaron la lista de ganadores. Entre los grandes, con todos en pérdidas, Repsol (-3,13%), Inditex (-2,73%), BBVA (-2,36%) y Santander (-1,22%) fueron los peores.