La evolución de la pandemia no ha cambiado. Son cada vez más los países que optan por los confinamientos de la población y la adopción de medidas muy restrictivas en el ámbito de la actividad económica. Pero ayer las bolsas se fueron de fiesta a la espera de conocer el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde crecía la duda sobre el candidato ganador a pesar de las encuestas previas favorables a Joe Biden. Además, se teme que un resultado ajustado podría mantener el desconcierto durante días o semanas por el elevado número de votos por correo y la posibilidad de que Trump termine por impugnar la votación en varios estados, tal como ha manifestado reiteradamente.

El Ibex, apoyado en esta reacción sorpresiva al alza, subió hasta los 6.751,60 puntos, después de saltar un 2,52% en su mejor sesión desde agosto. La euforia se hizo también presente en los índices de París (+2,44%), Fráncfort (+2,55%), Milán (+3,19%) y Londres (+2,33%).

Al otro lado del Atlántico, las ganancias eran notables desde la apertura. Los inversores estarían celebrando, según muchos expertos, la victoria del candidato demócrata, lo que abriría la puerta, finalmente, a la aprobación del discutido y billonario programa de estímulos fiscales, frenada por Donald Trump a la espera del desenlace de las elecciones. Una hora después del cierre en Europa, todos los índices principales de Nueva York sumaban más de un 2%.

En el Ibex, el mejor era BBVA (+5,28%). Por detrás, un grupo de siete valores, entre ellos Siemens Gamesa, Amadeus y Ferrovial, se anotó más de un 4%. De los grandes, Santander subía un 3,88% e Inditex, un 3,88%. Solo Cellnex (-1,68%) y PharmaMar (-1,26%) se quedaron fuera de la fiesta alcista.