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BEASAIN

CAF lidera un proyecto europeo para impulsar el ferrocarril de hidrógeno

Un consorcio liderado técnicamente por CAF ha sido seleccionado para negociar un acuerdo de subvención por parte de la Unión Europea valorado en 10 millones de euros para desarrollar un prototipo ferroviario propulsado por hidrógeno. El proyecto se prolongará durante cuatro años con un presupuesto total de más de 14 millones de euros.

El proyecto en el que participa la compañía de Beasain, que en la propuesta presentada ante la Comisión Europea se denomina FCH2Rail, tiene previsto abarcar en sus distintas fases tanto el diseño y la fabricación de «un prototipo innovador», como las pruebas necesarias para su validación y homologación.

«Todo ello, con la finalidad de lograr un producto cero emisiones con un rendimiento operativo que sea competitivo con los actuales trenes propulsados por motores diésel, tanto en vehículos de nuevo diseño como en rehabilitaciones». Así explicó ayer CAF el objetivo de esta iniciativa, que comparte con otras entidades como DLR, Renfe, Adif, Toyota Motor Europe y Stemmann-Technik.

La propuesta FCH2Rail ha sido seleccionada por FCH JU (Fuel Cells and Hydrogen Joint Undertaking), agencia público-privada en la que participan la Comisión Europea, el sector industrial de pilas de combustible e hidrógeno representado por Hydrogen Europe y la comunidad de investigadores integrada en Hydrogen Europe Research.

Ahora, según precisó CAF, se abre una negociación para llegar a un acuerdo de subvención por parte de la Unión Europea valorado en 10 millones de euros, «contando con una importante financiación por parte de los fondos europeos a través del programa H2020».

Para desarrollar el prototipo se ha tomado como base una unidad de cercanías de Renfe, de la serie Civia, en la que se instalará un nuevo sistema de generación eléctrica a partir de la hibridación de la energía proveniente de pilas de hidrógeno y baterías LTO (litio y titanio), integrándose a su vez con el sistema de tracción ya existente».

CAF recordó que, actualmente, la mitad de las líneas ferroviarias de la UE no están electrificadas y son operadas con trenes diésel que generan contaminación atmosférica y acústica. «Por este motivo –añadió– en los últimos años ha crecido el interés de muchas autoridades de transporte público y privado, tanto en la Unión Europea como fuera de ella, por la tecnología basada en el uso de pilas de combustible de hidrógeno en el entorno ferroviario».

Y, precisamente, el proyecto que lidera pretende «lograr ser una alternativa competitiva a los trenes diésel en el marco de descarbonización actual».