Semana aciaga para el Ibex, con una caída acumulada del 2,36%, y entrada en pérdidas anuales. Los temores expuestos sobre el crecimiento en Europa por Christine Lagarde van tomando cuerpo, y una posible doble recesión se abría ayer camino al conocerse la caída en la actividad empresarial de enero, de acuerdo al índice PMI compuesto. En este mes, la lectura preliminar arroja 47,5 puntos, frente a los 49,1 puntos de diciembre, su tercera caída consecutiva. Además, el sector manufacturero, aunque se encuentra todavía sobre los 50 puntos en la mayoría de los países, proyectando expansión económica, mantiene una tendencia a la baja de la actividad. Aún peor lo está pasando el sector servicios, que cae hasta los 45 puntos, desde los 46,4 puntos de diciembre.

La intensificación de las restricciones y la evolución al alza de la pandemia están echando por tierra los pronósticos de crecimiento. De hecho, ya se han empezado a hacer ajustes en distintas estimaciones cuando apenas ha echado a andar 2021.

En este escenario, el Ibex estuvo luchando por no perder los 8.000 puntos toda la jornada. Finalmente, pudo terminar con 8.036,40 puntos, tras dejarse un 1,06%. En Europa, aunque también en negativo, los cierres fueron menos bajistas: París retrocedía un 0,56%, Fráncfort, un 0,24%, Londres, un 0,30%, y Milán, un 1,52%.

Dentro del Ibex, los valores más castigados eran Sabadell (-4,99%), Bankia (-3,94%) y Caixabank (-3,93%). Cerraron con pérdidas superiores al 3% IAG, Grifols y Meliá. De los grandes, todos en rojo, los peores, Santander (-2,23%), Inditex (-1,50%) y Repsol (-1,38%). La mayor subida, para Cellnex (+3,88%), tras anunciarse el relevo en la presidencia.