Trabajadoras y trabajadores de comedores y transporte escolar de los centros públicos, privados y concertados de la CAV secundaron ayer la primera de las dos jornadas de huelga consecutivas convocadas por ELA ante la «falta de voluntad negociadora» del Departamento de Educación.

La central abertzale señaló que la mayoría se adhirió a la huelga pero «miles de trabajadoras» fueron «obligadas» a acudir al trabajo, «en muchos casos con amenazas de medidas sancionadoras». Por ello, denunció que el Departamento de Educación, apoyado por el Departamento de Trabajo y las empresas que gestionan estos servicios, volvió a «vulnerar el derecho a la huelga».

El sindicato estudia convocar otro paro para los días 23 y 24 de febrero. «La problemática diaria en ambos servicios se viene denunciando desde el mes de septiembre y hasta la fecha no ha querido ser escuchada por parte del Departamento de Educación, que ha llegado a calificar los servicios de complementarios y no obligatorios», indicó ELA en un comunicado. Según explicó, Trabajo califica de «esencial» un servicio que es calificado como «complementario» por Educación. De este modo, «una interpretación interesada de la orden los servicios mínimos por parte de las empresas hace que hoy (por ayer) miles de trabajadoras estén siendo obligadas a acudir a su puesto de trabajo».

En cambio, para ELA, «está claro que las esenciales deben ser las trabajadoras».

«La falta de medidas y medios para ofertar los servicios a la totalidad de los usuarios y garantizar las medidas de seguridad o el mantenimiento del empleo, en un servicio complementario y no obligatorio –añadió–, deja de manifiesto cuál es el interés del Departamento de Educación: ocultar e invisibilizar la realidad que a diario se vive en estos servicios».

Advirtió de que analizará las posibles medidas a adoptar respecto a la actuación de Trabajo y de las empresas.