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Kanbo abraza a Lorentxa Beyrie después de veinte años en prisión

Lorentxa Beyrie salió de la cárcel de Roanne el vienes y cientos de ciudadanos y ciudadanas de Kanbo la acogieron ayer en un caluroso y emotivo acto en el que prevaleció la solidaridad; la misma que la expresa ha recibido durante los 20 años que ha estado encarcelada. Beyrie afirmó que ha salido de la prisión «con fuerza» para seguir luchando.

Cientos de personas esperaban ayer al mediodía la llegada de Lorentxa Beyrie al Jardín Público de Kanbo, aunque muchas de ellas ya la habrían saludado el viernes, cuando el coche que traía de vuelta a casa a la expresa cruzaba las rotondas repletas de gente.

Pero el de ayer fue un acto más formal, preparado con cariño e incluso oficial, ya que contaba con los permisos del Consistorio y de la Subprefectura siempre que se cumplieran las normas sanitarias, y así se hizo.

Junto a los joaldunak y los gigantes de Kanbo, varios vecinos y vecinas se acercaron al jardín para acabar en la cubierta del parque, que terminó llena de gente para recibir a Beyrie, tras dos décadas fuera de su municipio. La expresa afirmó al término del acto que veía caras conocidas «en todas partes», pero también desconocidas, entre ellos, «muchos jóvenes».

El evento fue caluroso, popular y emotivo. Los sonidos de la txalaparta y los aplausos dieron inicio a un acto que arrancó con las palabras de familiares y amigos de Lorentxa Beyrie.

Una amiga de su juventud recordó cómo iniciaron su relación durante los años del GAL y de Seaska, y cómo la han mantenido incluso después de que detuvieran a Beyrie, en 2001.

Por otro lado, un miembro del comité de apoyo a los presos subrayó la importancia de la solidaridad y, para simbolizarla, la danza que realizaron las personas que la han visitado en la cárcel de Roanne en los últimos veinte años. Agarradas de sus manos, rodearon a Lorentxa Beyrie, que se encontraba en el centro de la carpa y acabó bailando con ellas, simulando un abrazo gigante.

Amaia Beyrie, hermana de la expresa, agradeció la labor del comité de apoyo, aunque recordó que todavía hay más de 200 presos políticos vascos.

Acto seguido, las palabras dieron paso a la música y los bailes para celebrar el regreso de Lorentxa Beyrie, haciendo realidad así el lema una de las pancartas colocadas en el jardín de Kanbo, en la que se podía leer: “Besta bai, borroka ere bai”.

Aire Ahizpak y Niko Etxart subieron a cantar al escenario y un aurresku popular cedió la palabra a Lorentxa Beyrie, quien, brevemente, agradeció su presencia y apoyo durante estas dos décadas a todos los asistentes al acto, ante quienes subrayó: «Seguiré luchando junto a vosotros. He salido con fuerza, reforzada para luchar con vosotros».

Tres veces «no»

Lorentxa Beyrie fue detenida por la Policía francesa el 12 de diciembre de 2001 en la ciudad de Auch, en el departamento de Gers, junto a Juan Ramón Karasatorre, José Ramón Lete y Miren Orkolaga. Tras ser juzgada, fue condenada a 27 años de cárcel y el viernes salió de la cárcel de Roanne, situada a 683 kilómetros de Euskal Herria.

Le negaron la libertad condicional tres veces, en 2013, 2016 y 2019. La última resolución fue especial, ya que el juez apoyó la libertad condicional de la presa labortana bajo estrictas condiciones, pero el procurador recurrió el fallo y se retuvo a Beyrie en prisión. «Si ETA volviera, el juez dice que Lorentxa se volvería a comprometer, ésa es la principal razón que han dado para negarle la libertad condicional», explicó entonces Amaia Beyrie.

El 15 de octubre de 2019, el Tribunal para el Cumplimiento de las Penas de París dictó la última sentencia, en consonancia con los argumentos establecidos por la Fiscalía Antiterrorista, que argumentó «riesgo de reincidencia» para negarle la libertad condicional.