Iñaki Lekuona
Profesor
AZKEN PUNTUA

Seguridad

Las imágenes de explosiones, destrucción y muerte impune en Palestina incomodan, sobre todo si aparecen cadáveres de niños ensangrentados. No pasa nada; se cambia de canal. Continúa la campaña de las departamentales y regionales, que en realidad anuncian las presidenciales con la democracia acorralada de nuevo por la extrema derecha al grito de «¡seguridad!». Vaya; se cuela una manifestación en París en favor del pueblo palestino. No pasa nada; se prohíbe la marcha y se moviliza a cuatro millares de policías y gendarmes que detienen a medio centenar de los algo más de 4.000 que han decidido no cambiar de canal y salir a la calle a pesar de la prohibición. Un agente por manifestante; todo un despliegue. Casi cuatrocientas personas multadas y en cierta prensa se agitan reflexiones como la de que tras el apoyo de la izquierda a los movimientos propalestinos «se esconde un antisemitismo latente», cuando en realidad no es más que un antisionismo que muchos franceses, incluidos semitas, comparten en las decenas de movilizaciones de solidaridad que se han multiplicado en todas las grandes ciudades a pesar del acoso policial. Y el Elíseo sigue en el mismo canal electoral; muestra su apoyo al Estado hebreo, llama «a la calma y a la paz» y condena los ataques «reivindicados por Hamas que atentan a la seguridad de Israel». Esta democracia agoniza, con total seguridad.