Idoia ERASO
SENPERE
Entrevue
ROMAN BAUDOIN
MÚSICO TRADICIONAL Y EXPERIMENTAL

«En 1960 tenían una manera de tocar música muy diferente a la de hoy»

La música occitana es la pasión de Roman Baudoin, y basándose en ella crea tanto obras musicales como instrumentos. Está colaborando en la creación el último proyecto de la compañía vasca de danza Elirale, y hoy tocará en el solitario en la sala Atabal de Biarritz.

El trabajo de Roman Baudoin está basado en el patrimonio occitano pero va más allá de la recuperación histórica o folclórica, ya que, además de darlo a conocer en las fiestas y encuentros sociales populares, también lo utiliza como base para su creación. Precisamente hoy estará en el Atabal de Biarritz con su proyecto “Area” en el que reúne grabaciones musicales de las Landas de la década de 1960.

Los nuevos instrumentos que crea también se basan en la tradición, pero acercándolos a la actualidad, como en la unión de la zancona y la guitarra eléctrica. De hecho, es con ese instrumento, que llama Torrom Borron, con el que se ha acercado a la música tradicional vasca, gracias al trabajo que está llevando a cabo con la compañía de danza de Senpere Elirale y su coreógrafa Pantxika Telleria, en la creación de la obra “Fuga”. Dicha obra tiene como punto de partida los tradicionales mutxikos y se estrenará en otoño de 2022.

Hoy tocará usted en el Atabal de Biarritz, como telonero de Alain Damasio & Yan Pechin. ¿Qué va a interpretar?

Estaré solo en el escenario, y tocaré con dos panderetas que tendré a mis pies, con una zancona acústica de 1930. Será un trabajo sobre las recolección cultural. El concierto forma parte del proyecto “Area”, que quiere decir volver a empezar, en el que trabajo con piezas musicales de las Landas.

Son piezas de la década de 1960 más o menos. Tengo cassettes que enciendo con los pies, y así toco acompañado de la música de la gente que tocó en esa época. También tengo en los pies el tun-tun, y una zampona acústica de 1930. Es muy diferente, y muy experimental.

¿Se puede decir que se trata de una mirada al pasado?

Es una recopilación de antiguas grabaciones de cantantes y de músicos de las Landas, que encontré en los archivos sonoros del Instituto Occitano de Pau.

¿Por qué se interesó en dichas grabaciones?

Porque una parte del repertorio tradicional lo aprendí en mi familia, pero quería conocerlo mejor, e hice un trabajo de investigación. Hace años que recopilo diferentes grabaciones. Tenían una manera de tocar música muy diferente a la nuestra de hoy en día.

Me parece interesante porque se trata de recopilaciones de etnomusicología, investigaciones científicas, en las cuales yo encuentro que hay mucha poesía. Mi idea es hacerlos llegar al público en un entorno escénico, para que la gente no oiga algo científico, sino que lo hagan como yo, es decir con la poesía, la humanidad, la habilidad de la gente que tocaba antes que nosotros.

En su colaboración con la compañía Elirale toca usted el Torron Borron. ¿Qué es?

Es un instrumento quimérico que inventé hace diez años y que une una zancona y una guitarra eléctrica superpuesta, y ambas entran en resonancia. La idea es crear música con los dos instrumentos, sin pasar por loop de efectos u ordenadores.

¿Qué quiere decir el nombre?

Quiere decir caos en occitano de Bearno. Es el caos como el que se crea cuando hay desprendimientos de rocas en los Pirineos, que hacen un ruido muy específico. Me gusta mucho ese término a nivel poético, y también porque cuando cree el instrumento, creaba mucho más caos que música. Y después me dije que iba a buscar la música en el caos.

¿Porqué decidió crear ese instrumento?

En principio yo toco la zancona, es mi primer instrumento, pero también toco la guitarra. Muchos músicos de zancona tratan de imitar el sonido de la guitarra, igual que yo, y un día me dije que tal vez era más práctico tocar la guitarra eléctrica que tratar de imitarla, así que pensé que ambos instrumentos podían fusionarse, para mezclar también las dos técnicas.

¿Qué otros proyectos musicales tiene?

Toco en un grupo que se llama Artus, tocamos juntos desde hace más de 20 años, que trabajamos sobre el patrimonio cultural inmaterial de Bearno y de las Landas. Trabajamos sobre todo la experimentación y la improvisación, y también sobre el trabajo de investigación, con una energía bastante rockera.