Manex ALTUNA
BILBO
Entrevue
JON URIARTE
PRECANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL ATHLETIC CLUB

«El Athletic necesita una transformación»

Entusiasmado con el respaldo recibido por parte de los socios, Jon Uriarte (Bilbo, 1978) se muestra convencido de que su experiencia como emprendedor puede servir para gestionar la «transformación» que cree que necesita el Athletic.

A sus 43 años, es el más joven de los tres precandidatos a la presidencia del Athletic. Sin embargo, como él mismo recalca, tampoco es que sea una característica tan reseñable, ya que otros mandatarios accedieron a una edad similar a Ibaigane y su padre, Pedro Luis Uriarte, fue consejero del Gobierno de Lakua con Carlos Garaikotxea en los 80 siendo todavía más joven. Haciendo una analogía en el tiempo, entiende que el Athletic se encuentra en una situación similar a la de Altos Hornos en aquella época: «Era una referencia mundial y a nivel local, nadie se podía imaginar lo que iba a pasar». Por eso, dice que «no nos podemos acomodar, ni dormir en los laureles. Tenemos que estar constantemente cuidando y desarrollando el Athletic, que necesita una transformación».

Nacido en Bilbo en 1978, es también sobrino de Luis Uranga, presidente de la Real en los noventa. Estudió en la ikastola Lauro y también en Jesuitas antes de licenciarse en La Comercial de Deusto. Trabajó en Londres en el sector financiero durante siete años, hasta que decidió fundar la start up Ticketbis que fue vendida en 2016 a eBay por más de 150 millones de euros. En la actualidad, dirige el fondo de capital riesgo All Iron Group y considera que esa experiencia profesional le va a servir para gestionar el Athletic.

En este inicio de la campaña ha recibido varias pullas por parte de las candidaturas rivales y ha tenido que defenderse de las acusaciones de un supuesto «conflicto de intereses» por su vinculación con una plataforma que relaciona y asesora a agentes con futbolistas en ámbitos de salud, dietas, rendimiento y hasta en sicología.

Uriarte no esquiva la cuestión, aunque cree que es un dardo malintencionado. Explica que es un socio minoritario desde que se fundó el proyecto hace dos años y subraya que cuando se constituyó legalmente la compañía, introdujo una cláusula en la que dejaba claro que no podían hacer nada con ningún jugador del Athletic o de un club convenido. Además, considera que disponer de este tipo de conocimiento del mercado futbolístico es un «activo increíble» para gestionar el club rojiblanco de una manera correcta.

¿Qué acogida ha percibido hacia su candidatura por parte de la masa social rojiblanca?

Ha sido una pasada, hemos recibido un cariño increíble que ha superado todas nuestras expectativas. Creo que hemos generado una ilusión enorme entre la afición y los socios. Los athleticzales estábamos deseosos de que haya una alternativa, una corriente nueva con una forma diferente de hacer las cosas.

¿Cuándo toma la decisión de postularse para presidente?

Soy súper futbolero desde pequeño y para mí era un sueño estar vinculado al club de mis amores, aunque me lo había quitado de la cabeza. En 2016 una persona con la que tengo amistad desde hace años, me habló de un grupo de trabajo con gente de diversos ámbitos. Tenían todos una preocupación, ya que entendían que el Athletic no estaba en una situación positiva. Desde un enfoque económico y financiero se dieron cuenta de que el club tenía un déficit estructural, pero también analizaron el área social y la deportiva para hacer un diagnóstico. En ese momento no tenía tiempo, pero me siguieron mandando documentación y a finales de 2021, bastante preocupado por la situación del club, dije que me quería unir. A principios de este año me propusieron encabezar el grupo en unas posibles elecciones y, entonces, empieza una montaña rusa con dudas, hasta tomar la decisión.

Y, ¿qué es lo que le preocupa?

Son muchas cosas, es transversal y afecta a todos los segmentos del club. El Athletic ha sido una referencia en toda su historia, ha destacado en todos los ámbitos. Ha sido un club serio, quizá el más serio que ha habido en el Estado, y se ha beneficiado de que otros clubes en ese momento no estaban gestionados de la misma manera. Se han hecho muchas cosas con un acierto increíble, siendo punteros a nivel mundial en varios aspectos. Lo que pasa es que el mundo ha cambiado y estos clubes, que antes estaban gestionados por amigotes, se han ido profesionalizando. Están avanzando mucho más rápido que nosotros y nos estamos quedando atrás en todos los ámbitos. Desde la influencia institucional a la formación de jugadores, rendimiento deportivo de los primeros equipos masculino y femenino, ambiente en el estadio, participación de los socios... Abarca todo, no es una situación grave, no hay nada en lo que digas que somos los peores del mundo. Seguimos beneficiándonos de un trabajo que se ha hecho durante años, pero poco a poco estamos perdiendo esa relevancia y es algo a lo que hay que darle una vuelta.

¿A qué equipos se refiere?

Hemos visitado muchos a nivel estatal y también internacional. Hay ejemplos clarísimos como el del Villarreal, que ha tenido una gestión increíble. Es un club puntero a nivel de Europa y con un cuidado de la cantera de primer nivel mundial. Tenemos el ejemplo del Sevilla o uno más cercano como el de la Real. Hace poco estaba en Segunda, ha conseguido darle una vuelta y lleva unos cuantos años con un rendimiento muy bueno. También hay casos como el Betis, que estuvo en concurso de acreedores y en Segunda a punto de desaparecer, pero con unos resultados de primer nivel en los últimos años tanto en el aspecto institucional como en el deportivo que son el reflejo del trabajo. Incluso, el Eibar. Una ciudad cercana muy pequeña que se está empezando a consolidar como un club de Primera y con una ciudad deportiva al lado de Lezama. Los otros equipos no están parando y, si nosotros no nos ponemos las pilas, nos vamos a quedar atrás.

Y hacia donde miran a modo de referencia, ¿a los equipos de la Premier inglesa o a las franquicias estadounidenses?

El Athletic es único y no hay ninguno como nosotros en el mundo. Lo que hay que hacer es tener los ojos abiertos hacia lo que está pasando. A nivel social nos encanta el trabajo que se está haciendo en Reino Unido. El club no es solo un equipo de fútbol que juega un día a la semana, es mucho más. Está impregnado en la sociedad, tratando de canalizar esa afición hacia cosas positivas para su entorno. Es un ejemplo nada más. En el área deportiva tienes otros lugares como por ejemplo Alemania o Austria con el proyecto de Red Bull. No creo que sea el modelo idóneo que hay que seguir en Lezama, pero es el ejemplo de algo que se está haciendo bien. No se trata de ver a uno y copiar, sino de tener los ojos abiertos, ver lo que está sucediendo en el mundo y adaptarlo a nuestra realidad que es única.

El coste de la plantilla y el cuerpo técnico es el principal gasto del club. Ha hablado de ligar los contratos con los resultados deportivos, ¿confía en implantar una medida así con jugadores que puedan tener ofertas de otros equipos?

Cuando hablamos de optimizar gastos, hay que controlar a dónde va cada euro e invertir en cosas que tengan sentido pagando el precio correcto. La plantilla es un activo del club y, si no tienes buenos jugadores, no vas a tener buen rendimiento. Milagros en el fútbol no hay. Por lo tanto, tienes que tener salarios competitivos. Pero los jugadores también buscan algo más, un proyecto, una estabilidad, sentirse parte de una comunidad y de un club, de algo diferente. Creo que lo tenemos en las actuales plantillas. Es gente que se mata por los colores. Dicho esto, son personas que tienen una familia, unas necesidades, una oportunidad que les cambia la vida y por eso buscan un salario que sea competitivo. Nadie va a estar aquí cobrando el 50% de lo que podía ganar en otro lado. Igual hay personas que sí, pero muchas otras no. Necesitamos salarios competitivos que estén alineados a la situación del club.

¿Ya tiene confirmado el equipo para la Junta?

Será de un perfil parecido al mío. Estamos buscando gente que esté en su plenitud de la vida. Que haya tenido experiencia contrastada en su sector y que esté dispuesta a dedicar tiempo y sacrificio para el club. Que sean capaces de entender dónde están entrando. No venimos a hacer una revolución, sino a hacer una transformación. Pequeños cambios que sumados van a transformar el club.

Fueron los únicos en posicionarse a favor de los nuevos estatutos y van a tener que presentar un aval de 7 millones de euros si llegan a Ibaigane.

El hecho de que haya avales nos parece interesante porque es una forma de proteger al club. Lo que yo miraría si fuera un votante es quién está detrás de esos avales o quién los pone. Nosotros somos un grupo independiente que no tenemos a nadie detrás.