Al menos 50 personas aparecieron muertas y otras 16 resultaron heridas en el interior del remolque de un camión aparcado en las afueras de San Antonio, en la frontera de Texas con México.

El alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, detalló que se trataba de migrantes que habían cruzado la frontera entre México y EEUU hacinados en el camión, y que podían llevar allí dos días sin alimento ni agua. «Es una tragedia. Son 46 personas que tenían familias y buscaban una mejor vida», afirmó Nirenberg, en un balance anterior. Al menos 22 tenían nacionalidad mexicana, siete guatemalteca y dos hondureña.

El alcalde vinculó el suceso a las redes de traficó humano que operan en la frontera y añadió que espera que los «responsables de poner a estas personas en condiciones infrahumanas sean condenados». Tres personas vinculadas con el suceso fueron detenidas y se buscaba al conductor del camión.

Las temperaturas en San Antonio alcanzaron el lunes los 40ºC y las autoridades no saben el tiempo exacdto que pasaron los muertos en el interior del camión, que fue abandonado por su conductor minutos antes de que la policía lo encontrara. Además de los 50 muertos, en el camión fueron halladas 16 personas con vida que necesitaron asistencia médica urgente.

Estos hechos reflejan el flujo migratorio récord hacia EEUU, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza detectó en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de setiembre pasado, a más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México. En Texas se han registrado varios sucesos similares. En mayo de 2003 la policía halló 17 cadáveres en un camión abandonado en una estación de servicio y que transportaba 70 personas. Los fallecidos murieron a causa de las altas temperaturas, que alcanzaron los 78 grados dentro del camión.

Un naufragio deja otra tragedia en el Mediterráneo

Al menos una mujer murió y 22 personas más desaparecieron en un naufragio de un bote neumático en el Mediterráneo central. El buque Geo Barents de Médicos Sin Fronteras pudo rescatar a otras 71 personas, que se encontraban a bordo. Dos mujeres explicaron que perdieron a sus hijos pequeños y otra a su hermano cuando el bote se deshinchó y cayeron al mar. MSF señaló que todos estaban agitados, y gravemente traumatizados y conmocionados y presentaban síntomas de ingestión de agua de mar e hipotermia tras permanecer muchas horas en el mar. «Al menos el 15% de los supervivientes sufren quemaduras por combustible de diferente gravedad y necesitan tratamiento», agregó. Un bebé fue rescatado sin signos vitales pero fue recuperado a bordo poco después. GARA