Los mercados sucumbieron ayer a la presión de las palabras del presidente de la Fed, Jerome Powell, ante el Senado estadounidense. No dejó ningún resquicio a la duda: los tipos de interés subirán más de lo previsto porque la inflación no cede al ritmo deseado y los datos económicos siguen dando muestras continuas de fortaleza, sobre todo en el mercado laboral.

Este duro mensaje dio la puntilla a las bolsas, que habían permanecido cerca de los niveles de apertura a la espera de conocer el tono de la intervención del presidente de la Reserva Federal estadounidense.

El Ibex finiquitó su racha de tres subidas consecutivas con una caída del 1,05%, hasta los 9.411,10 puntos. Por la mañana había alcanzado un nuevo máximo anual con 9.528 puntos.

En las bolsas europeas también se dejó sentir el miedo a un escenario de tipos de interés altos y durante más tiempo de lo previsto. París retrocedía un 0,46%, Fráncfort, un 0,60%, Milán, un 0,67%, y Londres, un 0,13%. No fue diferente la reacción en Nueva York, donde las pérdidas se imponían claramente a la hora del cierre en Europa. En ese momento, el Dow Jones y el S&P 500 cedían cerca del 1%.

En el Ibex, el foco principal se dirigió a Indra, que se despeñó un 7,18%, después de anunciarse la próxima salida del consejero delegado, Ignacio Mataix. De momento, y hasta que se encuentre sustituto, ejercerá el cargo en funciones. Entre los perdedores, también destacaron Santander (-2,40%) y BBVA (-2,14%). Los títulos de Acciona Energía (+2,49%) y Meliá (+1,16%) lideraron las subidas.