Amaia U. LASAGABASTER
LIGA F

Ganas, necesidad, errores y aciertos colman el derbi de goles

La Real se reencontró con la victoria a costa de un Alavés que nunca se dio por vencido pese a verse en dos ocasiones con tres goles de desventaja. La derrota mantiene al equipo gasteiztarra en puestos de descenso.

Franssi celebra su segundo gol, tercero de la Real.
Franssi celebra su segundo gol, tercero de la Real. (Gorka RUBIO | FOKU)

Real y Alavés se empeñaron en desterrar tópicos en el derbi de Zubieta, que se decidió por la mínima, sí, pero después de que se marcaran once goles. Espectacular pero agridulce. A las donostiarras les queda la satisfacción de reencontrarse con la victoria, que se les resistía desde enero, pero estuvieron a punto de desperdiciar en dos ocasiones una renta de tres goles y concedieron demasiado en defensa. Las albiazules pueden aferrarse a su capacidad de reacción pero no olvidar las facilidades que ofrecieron, que les acabaron condenando a no poder dar continuidad a su triunfo de la pasada jornada, con lo que continúan en descenso.

Los dos equipos afrontaron con novedades un partido al que entraron mejor las locales, que en ocho minutos ya habían marcado dos, por medio de Etxezarreta y Franssi. Antes de la media hora, Juaristi retocó el equipo, aunque antes de comprobar si el cambio funcionaba, llegó el tercero de la Real, de nuevo obra de Franssi.

El derbi parecía sentenciado pero todavía quedaban muchos vaivenes. El primero, a favor del Alavés, que fue capaz de volver a meterse en el partido antes del descanso con los goles de Sara Carrillo y Elba.

Quizá le cogió gusto el equipo babazorro a hacer lo más difícil porque al regreso de vestuarios se condenó a volver a intentarlo, incapaz de reaccionar ante la salida de un rival que quiso repetir el arranque de la primera parte. Y que lo consiguió hasta el punto de calcar los minutos: en el tres marcaba Amaiur tas una buena combinación con Franssi y en el ocho, Andreia.

Ahora sí, el Alavés parecía noqueado pero Vanegas acudió en su ayuda con un regalo que no desaprovechó Lice Chamorro. Empezaba a costar sacar cuentas sin mirar de reojo al marcador y Amaiur quiso simplificarlo anotando de inmediato el que parecía el gol definitivo. Y lo fue pero por muy poco porque en la recta final Carla Armengol salió con ganas de comerse el mundo y metió dos golazos para reducir las distancias al mínimo y llenar de emoción el descuento.

Satisfacción y disgusto con peros

El resultado marcó la valoración de los dos técnicos pero ninguno de los dos acabó completanente satisfecho o disgustado con lo visto sobre el césped.

«Es una victoria que necesitábamos», se felicitó Natalia Arroyo, contenta también por las «buenas sensaciones» en tramos del partido, «hemos tenido ese feeling, hemos estado con un nivel de juego muy bueno, combinaciones en ataque encontrando profundidad desde el inicio...». Pero no podía olvidar «la sensación de cómo puede ser que con holgura del marcador se nos haya complicado tanto». «Nos quedamos con la parte positiva de fluir en ataque, encontrar ocasiones, encontrar gol y a nuestra gente de gol, con cómo hemos salido al campo en los dos tiempos pero también tenemos que aprender de lo otro», insistió.

Iñigo Juaristi ni siquiera tenía el consuelo de los puntos, que tanto necesita su equipo, pero sí el de algunos detalles positivos. «Es dificil de explicar que marques cinco goles y no ganes -sonrió-. Ha sido un partido loco, de los que gustan poco a los entrenadores, en el que se han visto casi más errores que aciertos. Te quedas con el sabor agridulce de saber que el equipo tiene mucho espíritu, que pelea hasta el ultimo segundo. Pero por otra parte, tenemos que gestionar mejor los momentos de los partidos, no conceder tantas facilidades al rival y darle sentido a que los partidos tienen muchos momentos buenos y aprovecharlos». A.U.L.