La jornada transcurrió con altas dosis de volatilidad después de que los bancos centrales acordaran inyectar la liquidez necesaria para evitar un crisis bancaria más profunda.

No obstante, los inversores no terminan de ver clara la salida a la actual situación de desconfianza generada por las quiebras de los bancos estadounidenses y la compra forzada del Credit Suisse por UBS. De momento, se quedan a la espera de analizar con detenimiento las consecuencias derivadas de la operación suiza para accionistas, tenedores de bonos y empleados.

Por otro lado, los mercados se mantienen atentos a lo que pueda decidir mañana la Fed sobre los tipos de interés. La agitación en el sector financiero podría anular sus declaradas intenciones de elevarlos, máxime cuando se ha visto obligado a reabrir el grifo del dinero para solventar las carencias de liquidez de los bancos.

En este escenario, el Ibex sufría por la mañana una fuerte caída, pero después remontaba con fuerza hasta superar los 8.800 puntos. Hoy comenzará con 8.833,10 puntos, tras sumar un 1,31% y haber marcado un mínimo de 8.501 puntos. En las plazas europeas también se imponían las compras: París sumaba un 1,27%, Fráncfort, un 1,12%, Milán, un 1,59%, y Londres, un 0,93%. En Wall Street, a la hora del cierre en Europa, solo el Nasdaq 100 cotizaba a la baja.

En el Ibex, lideraron las alzas IAG (+3,78%), BBVA (+3,23%), Indra (+3,21%), Caixabank (+3,19%) y Santander (+2,27%). Entre los perdedores, Grifols (-4,41%) y Rovi (-3,89%) eran los más castigados.