Imanol CARRILLO
FINAL DE LA EUROPA LEAGUE

Mendilibar es el «puto amo» y hace aún más rey al Sevilla

La complejidad de la sencillez y su estilo cercano con los jugadores le llevan a ganar su primera Europa League y la séptima de los hispalenses tras empatar el gol de Dybala y sentenciar en los penaltis (4-1).

Jugadores y aficionados del Sevilla felicitan al héroe Bounou tras detener dos penaltis.
Jugadores y aficionados del Sevilla felicitan al héroe Bounou tras detener dos penaltis. (Joe KLAMAR | AFP PHOTO)

José Luis Mendilibar se sentía «gilipollas» recientemente al recibir tantos halagos gracias al rumbo que le había dado al Sevilla tras tomar las riendas y darle un color más especial. Pero lo cierto es que, como reza este titular, podemos decir que el de Zaldibar es el «puto amo». Además de lograr su primer título personal de la Europa League como entrenador, ayer por la noche hizo aún más rey al Sevilla en esta competición, alzando su séptimo trofeo continental en un periodo de 17 años, desde 2006.

De esta manera, Mendilibar se suma a otros dos técnicos vascos capaces de hacer campeón al Sevilla: Unai Emery lo logró hasta en tres ocasiones (2014, 2015 y 2016) y Julen Lopetegui lo hizo en 2020.

Además, lo logró de manera agónica, tras cambiar el rumbo del partido en la segunda parte con los cambios, lograr empatar el gol de Dybala en el 35 con otro en propia puerta en el 55, aguantar el “circo” romano en la prórroga y las pérdidas de tiempo, y sentenciar en la tanda de penaltis con un Bounou imperial, deteniendo dos lanzamientos para acabar 4-1.

PLANTEAMIENTO PREVISTO

Ya desde los primeros minutos se vio lo que se esperaba sobre el césped. La Roma de Mourinho se replegaba muy bien atrás y además tuvo la suerte de que ganaba todas las acciones y las segundas jugadas.

Ante esta situación, al Sevilla le costó horrores progresar. Fue la Roma quien tuvo la primera ocasión en el minuto 11. El disparo de Spinazzola dentro del área tras pase atrás de Çelik, que había recibido de Dybala en la banda derecha, la detuvo Bounou. No fue hasta el minuto 25 cuando el Sevilla logró su primer centro de cierto peligro. El “chaval” Jesús Navas consiguió desbordar por la derecha y centrar, pero la defensa italiana pudo despejar bien el balón.

Sin embargo, cuando parecía que los de Mendilibar se encontraban más cómodos, la Roma golpeó. Dybala aprovecjó a la perfección un pase en profundidad de Mancini, tras robarle el balón a Rakitic en el centro del campo, para marcar el primer gol de la final.

Si antes del gol la Roma estaba cómoda, qué contar con este 0-1. Sin embargo, en los últimos minutos de la primera parte el Sevilla se desató el nudo que parecía tener en el cuerpo, y puso en peligro a los romanos, primero con un tímido cabezazo de En-Nesyri a las manos de Rui Patricio; luego con otro flojo cabezazo de Fernando arriba en un saque de esquina botado por Rakitic; y después con un disparo de zurda del croata desde fuera del área que se fue al palo. Esta fue, sin duda, la mejor jugada colectiva de los andaluces, con un Óliver Torres que por fin aparecía en el decisivo duelo.

OTRA CARA MUY DISTINTA

A Mendilibar no le bastó esa última jugada de Óliver, porque le sustituyó en el descanso por un Suso que fue el revulsivo que necesitaba el equipo. También entró Lamela por Bryan Gil. Y lo cierto es que la charla del de Zaldibar surtió efecto en sus jugadores, porque se les vio con más agresividad y mayores intenciones. Tanto, que en el 55 llegó en empate, obra de Mancini en propia puerta tras centro de Navas por la derecha.

El Sevilla se creció e incluso el colegiado tuvo que anular un penalti a favor de los andaluces tras revisar el VAR. Los sevillistas se empeñaron hasta el 97, aunque no evitaron la prórroga, donde la mejor ocasión fue un larguero de Smalling en un saque de esquina. Ya en los penaltis, el Sevilla fue mejor y Bounou el héroe. «Y es por eso que hoy vengo a verte, sevillista seré hasta la muerte» cantaban los seguidores hispalenses. Hoy todos somos un poquito sevillistas gracias a “Mendi”.