Agónica victoria del Athletic en el Coliseum Alfonso Pérez -no lo lograba desde el 30 de enero de 2016- que acaba con una resaca copera de tres jornadas consecutivas en liga sin ganar, que se amplían a cuatro si sumamos la derrota en el Bernabéu. Los Williams y Unai Simón propiciaron el triunfo en el feudo getafense, cada uno de ellos siendo eficaces en sus respectivas funciones.

Iñaki se encargó de ejecutar un doblete, Nico de asistir a su hermano y el guardameta de Murgia de echarle el cerrojo a su portería, con grandes intervenciones y deteniendo un penalti a Greenwood. Visto así, podría dar la sensación de que a la escuadra rojiblanca le salió el partido redondo, pero no fue así, tocó sufrir de lo lindo. Dos errores de sus centrales -Yeray y Paredes- provocaron la expulsión de ambos, en una primera inferioridad numérica con más de media hora por delante y después con nueve, a falta de diez minutos, más un descuento de otros nueve.

PICOTAZOS Y A SUFRIR

El Athletic capeó el arreón inicial de su adversario y, sin cumplirse la primera media hora, ya asestó su primera estocada con un gran disparo combado de Iñaki Williams y un Unai Simón que le negaba el empate a Greenwood con una gran parada.

El cuadro vasco daba la puñalada definitiva al inicio del segundo periodo, no sin antes el carcebero visitante volver a hacer otra brillante intervención a tiro del inglés. Y, a partir de ahí, todo se pudo torcer, aunque hubo final feliz para los intereses rojiblancos. Y mucho trabajo defensivo para lograrlo.

Con nueve sobre el césped, el objetivo de ganar se puso todavía más complicado al señalar penalti por tocar el balón en el brazo Raúl García, pero el duelo particular entre Unai Simón y Greenwood volvió a ganarlo el primero. Por algo es internacional.