El consumo de carburantes fósiles creció por encima del 4% en 2024
El consumo de gas natural y de carburantes fósiles fue el que más aumentó en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en 2024, un 3,6% y un 4%, según los datos publicados ayer por el Ente Vasco de la Energía. La demanda energética fue un 1,2% superior al año anterior.

El balance energético que el Ente Vasco de la Energía publica anualmente sobre los consumos registrados en los diferentes sectores de la sociedad vasca constata que el industrial fue el sector con mayor demanda eléctrica (53%) en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa durante el año 2024, seguido a distancia por el de los servicios (22%) y el uso doméstico (16%). El consumo de gas para usos convencionales (sector industrial, doméstico, servicios y otros) aumentó un 3,6%, mientras que los carburantes para automoción continúan al alza, con un aumento del 4%.
El consumo de electricidad llegó a los 13.866 GWh, superior en un 1,2% respecto al año anterior, aunque tan solo supone un 1,4% por encima del consumo registrado durante la crisis del covid-19 del año 2020. De esta forma, el consumo eléctrico se sitúa en el segundo valor más bajo de los últimos años, sin considerar el año de la crisis sanitaria. El sector con mayor consumo eléctrico continúa siendo el industrial, que representa el 53,2% del consumo total, seguido del sector servicios con el 22,5% y del sector doméstico con el 16,6%.
En el sector de edificios (+0,1% en 2024), destaca el descenso del sector del comercio y servicios (-3,2%), alcanzando el segundo valor más bajo registrado en los últimos 20 años. Por otro lado, el sector de la Administración ha aumentado su consumo eléctrico un 2,7% respecto al año anterior y el sector doméstico lo ha hecho un 1,9%.
GAS NATURAL Y CARBURANTES
El consumo de gas natural aumentó hasta los 23.225 GWh, un 4,4% superior al año anterior. Este aumento es debido a que el consumo destinado a generación eléctrica sube un 8,4% y que el consumo para usos convencionales también crece un 3,6%. Este último mantiene, aun así, valores similares a los registrados en plena crisis energética en 2022.
El consumo en usos convencionales se mantiene en los valores más bajos de los últimos 20 años, mientras que el de gas natural destinado a generación eléctrica se mantiene similar a los valores previos al anómalo 2022.
El consumo de carburantes de automoción aumentó un 4,2% en sintonía con los años precedentes. El ascenso se ha registrado tanto en el consumo de gasóleo A (+3,6%) como de gasolina (8,3%). El gasóleo A sigue reduciendo su representatividad de los últimos años, pero todavía representa el 87,4% de los carburantes en el transporte por carretera. Tras la importante subida del consumo de queroseno para aviación (JET-A) hace dos años, su ahora cae un 2,3%.

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