Arnaitz GORRITI
BILBO
FIBA EUROPE CUP

«Ya que la final es a doble partido, hay que pensar en ganar los dos»

Con uniforme de estreno de cara a la final de la FIBA Europe Cup, el plantel de Surne Bilbao Basket celebra ambicioso su fuerza colectiva, en un duelo donde amén de los jugadores, los aficionados tienen algo que decir. «No todos los días se juega una final».

La plantilla de Surne Bilbao Basket, en el «Media Day» de ayer.
La plantilla de Surne Bilbao Basket, en el «Media Day» de ayer. (Oskar MATXIN EDESA | FOKU)

Con la única ausencia de Xavi Rabaseda, que ya se perdió el viaje a Andorra por un proceso febril, la plantilla de Surne Bilbao Basket celebró ayer el tradicional «Media Day» previo al partido de ida de la FIBA Europe Cup, una final «de 80 minutos o más», como gusta decir a Jaume Ponsarnau, y en el que la ambición es traer a las vitrinas de los hombres de negro su primer gran título, después de las finales perdidas de la Supercopa en 2007, la Liga ACB en 2011 y la Eurocup de 2013. La plantilla bilbaina lució de gala, mostrando la indumentaria con la que se enfrentará al PAOK de Salónica.

Una final de 80 minutos -o más- que arranca mañana en Miribilla a las 20.00 y terminará en tierras helenas el día 23, en un duelo que dará inicio a las 19.15 en Euskal Herria.

«Este es un formato raro de final, pero ya que lo tenemos aquí, mi idea no es obsesionarme con ganar de la mayor diferencia posible en casa y fuera defender el resultado. Hay que pensar en ganar los dos partidos, aunque sea por un punto cada uno». Son palabras de Tomasz Gielo. El ala-pívot polaco no entiende otra manera de afrontar el duelo.

«Me hace mucha ilusión jugar una final europea. Desde luego, no se juega todos los días», añadía, por su parte, Melwin Pantzar. El base sueco quiso subrayar que «hemos pasado malos momentos, pero también muy buenos, como en la semifinal ante Dijon. Creo que esa remontada nos dio confianza en nosotros mismos y podemos afrontar esta final con garantías».

De hecho, el camino por el cual los hombres de negro ha sido un demostrativo que los bilbainos saben caminar en el filo del precipicio sin despeñarse. Superaron al Tofas Bursa con un triple de Abdur-Rahkman sobre la bocina, y en semifinales llegaría el parcial de 41-16 ante Dijon.

«No ha sido nada fácil, porque en el camino nos hemos topado con equipos buenos, pero eso nos da confianza para afrontar la final», indicaba el noruego Harald Frey.

«SEIS CONTRA SEIS»

Solo queda un ingrediente: el público, que promete dos partidos con las gradas repletas.

«Lo del público fue increíble. Sin ellos no hubiéramos llegado a la final», admitía Pantzar, y añadió: «la afición del PAOK será increíble, pero la nuestra es la mejor».

«La atmósfera ya fue espectacular en la eliminatoria ante Dijon y en una final, todavía lo será más», recalcaba Kullamae.



Victoria por 25 puntos del PAOK

El director deportivo de Bilbao Basket, Rafa Pueyo, indicó que «ganar de 10 o más» en la ida de la final sería una buen a renta», pero es que el propio PAOK de Salónica llega a esta finalísima como un tiro. Pueyo admitió el «muy buen momento» de los helenos, después de ganarle por 25 puntos (94-69) al AEK Atenas el pasado sábado en el primer partido del play-off de cuartos de la liga griega.

«Tienen seis norteamericanos y varios internacionales griegos. En las posiciones de ‘uno’ y ‘dos’ tienen jugadores de mucho talento como (Shavar) Reynolds y (Frank) Bartley y luego (Dimitrios) Katsivelis es el termómetro del equipo. Juegan con mucha intensidad y debemos de intentar controlar el ritmo y a esos tres jugadores», añadió.

No obstante, Pueyo admitió que sería «un paso más en el crecimiento de club y un hito muy bonito» convertirse en el primer club vizcaino profesional en conquistar un título europeo -el segundo, tras la Euroleague lograda por Bidaideak Bilbao BSR en 2019-. Impulsaríamos todavía más el baloncesto en la ciudad».A. G.