El Ejército israelí sigue intensificando sus ataques en Gaza. La Defensa Civil de la Franja anunció que sus bombas mataron ayer por la mañana a al menos 17 personas y detalló que había «cuerpos calcinados» y personas «desaparecidas bajo los escombros».

El ataque más mortífero tuvo como objetivo una escuela donde se refugiaban personas desplazadas en Ciudad de Gaza, en el norte, dejando 11 muertos, entre ellos mujeres y niños. «El bombardeo provocó un incendio masivo en el edificio y se encontraron varios cuerpos calcinados», declaró el portavoz de la Defensa Civil, Mahmud Basal.

Otro bombardeo contra viviendas en el este de Gaza mató a cuatro personas y varias estaban desaparecidas bajo los escombros. El ataque contra una casa en Yabalia mató a un niño y otro bombardeo también contra una vivienda en Jan Yunis dejó un muerto más.

Según el último balance, Israel ha matado ya a al menos 51.305 personas desde el 7 de octubre, a las que hay que sumar los alrededor de 10.000 cuerpos que aún no han sido recuperados. Desde que rompiera unilateralmente la tregua, el 18 de marzo, ha matado a al menos 1.928 personas.

Además, soldados israelíes mataron ayer en la Cisjordania ocupada a un niño de 12 años en Al-Yamun, localidad próxima a Jenin, bajo una intensa operación militar desde enero.

Mientras Israel sigue masacrando palestinos en la asediada Franja de Gaza y en Cisjordania, el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, instó ayer a Hamas a entregar las armas, transferir el poder a la ANP y liberar a los israelíes que siguen cautivos en ese territorio, durante su discurso en la reunión del Consejo Central de la OLP.

Hamas acusó a Abbas de adoptar «una narrativa consistente» con la de Israel, de adoptar posiciones «sospechosas» y de «hacer responsable al pueblo palestino de los crímenes de la ocupación». Naim Qassem, alto cargo de las Brigadas Ezzedine al-Qassam, se preguntó «cómo puede ser que personas que han perdido sus capacidades físicas, psicológicas y mentales al punto de no poder confiársele el cuidado de unas ovejas puedan estar al frente de un pueblo que lucha por su causa y sus lugares santos».

CRISIS EN MADRID

Por otro lado, el Gobierno español se vio ayer sumido en una nueva crisis después de que se conociera que el Ministerio de Interior dio marcha atrás al acuerdo adoptado en noviembre por el Ejecutivo de no vender ni comprar armas a Israel al licitar, en plena Semana Santa, la compra de 15 millones de balas para la Guardia Civil. Alegó que la Abogacía del Estado recomendó no rescindir el contrato dado el coste que podría suponer debido al avanzado estado de tramitación. Interior no concretó ese coste. Sumar se enfadó, IU amagó con dejar el Gobierno, y Podemos acusó al Ejecutivo de ser «cómplice» en el genocidio palestino y pidió la dimisión del ministro Fernando Grande-Marlaska, cuya comparecencia solicitará ERC.