Bera Bera viajará a Málaga con una renta de tres goles que sabe a poco
Las donostiarras tuvieron opciones de dejar encarrilado el pase a la final de la Liga al ponerse hasta con nueve tantos de ventaja, pero el partido se les hizo largo, se precipitaron en ataque y vieron cómo las andaluzas recortaban en la recta final (27-24).

Por unos minutos el Gasca se frotaba las manos. Con 25-16 en el marcador, parecía un poco raro homenajear a Alba Menéndez y Esther Arrojeria como si pudiera ser el último partido en casa de sus dilatadas carreras.
El billete a la final parecía encarrilado, pero se terminó la gasolina para seguir defendiendo igual de duro, el Málaga no bajó los brazos y finalmente la ventaja se quedó en tres dianas (27-24). Confianzas las justas, o sea ninguna.
Desde las presentaciones se notaba en el ambiente que era un día diferente, que dejaría cosas importantes para el recuerdo, más allá del resultado deportivo. Sendas pancartas de apoyo a la usurbildarra y a la zarauztarra daban fe de ello. También era la despedida de Kostic y Louis. Pero tocaba aparcar las emociones hasta que terminara el choque.
Tras un arranque parejo, con sucesivos empates, el ataque de las donostiarras se atascó. A pesar de las buenas prestaciones de la portera Lucía Prades, que firmaba un 50% de paradas, Imanol Álvarez se veía obligado a pedir un tiempo muerto ante la primera brecha para las malagueñas (4-6, m.15).
La charla del técnico ermuarra fue mano de santo, con un parcial de 4-1, aprovechando además una exclusión en las filas blanquinegras para tomar la delantera (8-7, m.21). Bera Bera había cogido carrerilla y quería más. Bajo la batuta de Elba Álvarez -terminó el duelo con seis dianas-, la renta se fue hasta los cuatro de ventaja, que fueron tres en el descanso (12-9).
Era un botín sabroso, pero tras el parón una exclusión visitante ofrecía una ocasión de oro para pegar otro latigazo (18-13, m.41). La ola azul no se detenía ahí, otros dos tantos de Arrojeria y Marie Louis encendían todas las luces de alarma entre las “panteras”.
VIENTO DE COLA
Ni siquiera la exclusión de la extremo francesa hizo levantar el pie a las donostiarras. Con la argentina Karsten asumiendo protagonismo, soplaba el viento de cola, y Bera Bera veía opciones de dejar la semifinal vista para sentencia (25-16, m.49).
Pero el Málaga no había dicho su última palabra y rebajó la renta hasta los cuatro goles, pese a sendos tiempos muertos de Imanol Álvarez (26-22, m.55). Ni en superioridad logró su equipo mantener la renta, que volvió a ser la misma del descanso (27-24).
En la ida de la otra semifinal, el Elche derrotó por cuatro goles de diferencia al Atlético Guardés (26-22).
Acabado el choque del Gasca, nadie se movió de la grada. Club y afición despidieron primero a Kostic y Louis antes de dar paso al homenaje a Arrojeria y Menéndez. Con las luces apagadas y abrazadas ambas en el centro de la cancha, no faltaron ni la música, ni la txalaparta, ni dantza, ni las flores. Ni las lágimas. Ni por supuesto los aplausos. Muchos.
BERA BERA, HIRU GOLEKO ERRENTAREKIN
Liga irabazteko faborito nagusietako baten kontra hiru goleko errenta lortzea ez da makala. Hori egin zuen Super Amara Bera Berak bart, Gaskan, Malagaren aurkako finalerdietan (27-24). Baina partida nola joan zen ikusita, abantailak eskasa dirudi, donostiarrak 25-16 irabazten joan baitziren bigarren zatian. Partidaz haratago, emozioak jantzi zuen amaiera. Kostic eta Louis agurtzeaz gain, Esther Arrojeria eta Alba Menendez kapitainek merezitako omenaldia jaso zuten. Musika, txalaparta, loreak eta Maitane Etxeberria bezalako jokalarien dantza ez ziren falta izan.

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