Presión alta del Elche, jugada realizada mano a mano, y gol de Esther Arrojeria. Último gol del partido que certificaba el título liguero para el Bera Bera (24-26) y última diana de la propia central usurbildarra, que cierra una etapa dorada con el equipo donostiarra, junto a su dupla inseparable, Alba Menéndez, clave una vez más en tareas defensivas. Ambas, que suman 24 y 26 títulos en su palmarés, dejan la práctica del balonmano profesional a final de esta temporada conquistando otro triplete. Habrá pocos escenarios más ideales para dar un paso atrás.

No fue un camino de rosas, tampoco, el duelo decisivo de ayer en el Esperanza Lag de Elche. Después de la contundente victoria lograda el miércoles en el primer partido de la final (28-19), había que certificar el título en tierras ilicitanas, cancha siempre complicada para las donostiarras, que incluso en el último antedecente -en la tercera jornada de la fase regular- regresaron a Donostia con derrota ajustada (33-31).

El Bera Bera arrancó bien el partido, con Imanol Álvarez apostando por el mismo siete inicial que en el primer partido de esta final. Karsten, a través de lanzamientos desde los 7 metros, fue la líder goleadora en ese primer tramo mientras que el Elche centraba su iniciativa ofensiva en Kelly Rosa (marcó cinco en la primera mitad) y en Bernabé, tal como lo hiciera en Gasca. Lucía Prades también empezó enchufada este duelo primordial.

Con el primer parcial favorable (2-4), parecía que el Bera Bera iba tener el partido bajo control pero, tal y como advertía el técnico ermuarra, este duelo no iba a tener nada que ver con el de Gasca. Y es que, con Joaquín Rocamora al mando del Elche, todo es impredecible. En el primer tiempo, fue todo el tiempo a remolque pero sin llegar a desengacharse del envite.

Bera Bera, que hasta el minuto 37 había ido por delante en el marcador, no lograba superar el techo de los dos goles. Tampoco el Elche le permitió correr, al contrario que en el partido del miércoles. De hecho, las ilicitanas mejoraron sobremanera las pérdidas y ello dio menos opciones de gol a un conjunto donostiarra que sufrió de lo suyo en la segunda mitad.

SEQUÍA OFENSIVA

A pesar de que por rachas la defensa estuvo férrea -del minuto 13 al 26 solo encajó tres goles-, esa constancia no se vio reflejada en ataque cuando se amontonaron pérdidas, algunas muy incomprensibles. Lo que parecía una anécdota -no es usual ver fallar tres lanzamientos o un pase a Arrojeria- se convirtió en tónica en el inicio de la segunda mitad, a la que el Bera Bera llegó con dos goles de ventaja pero con una jugadora menos por la exclusión de Carmen Arroyo tras el gol de Kelly Rosa (12-14).

Las pérdidas y otra exclusión de Tchaptchet convirtió el partido en un infierno, con el Elche volteando el marcador (16-15, m.37) y ampliando distancias (19-17, m.45). Las de Imanol Álvarez no lograron cerrar la línea defensiva y se atascaron en el ataque estático, con los fantasmas del pasado acechando. Hasta que Marie Louis, para empatar a 20, y Arrojeria, para hacer su primer gol (21-21, m. 54), volvieron a levantar el ánimo a un Bera Bera que sacó su garra para no dejar escapar este match ball. Con Menéndez dirigiendo la defensa y con la usurbildarra ya más suelta, el Bera Bera voló, comandado por las paradas oportunas de Lucía Prades. Arrojeria con un fly, Etxeberria desde el extremo y Karsten con otra diana contrarrestaron las respuestas de Oppedal, y Esther Arrojeria, en su último partido, puso la guinda al pastel: decíma liga y otro triplete para la saca.