Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
DESINDUSTRIALIZACIÓN

BSH decide cerrar Ezkirotz sin esperar a posibles alternativas

La dirección de la multinacional BSH confirmó ayer su decisión de cerrar la planta de Ezkirotz tras negarse a aceptar la solicitud de los Gobiernos navarro y español de retrasar esta medida para que cuajasen las alternativas de reindustrialización. La comunicación de la decisión se realizó en la videoconferencia que la multinacional mantuvo ayer con los dos Gobiernos.

Manifestación contra el cierre de BSH el diciembre pasado en Iruñea.
Manifestación contra el cierre de BSH el diciembre pasado en Iruñea. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

La multinacional BSH cerrará la factoría de Ezkirotz el 17 de junio, tal y como tenía inicialmente previsto, sin atender a los requerimientos de los Gobiernos navarro y español de esperar para que cuajasen las alternativas de reindustrialización para las que habían recibido ofertas. De este modo, 655 trabajadores se quedan en la calle. Si se suman los empleos indirectos, se supera el millar. Se le había pedido tiempo, pero la multinacional ha dicho que no.

Así se lo comunicó a los Gobiernos navarro y español durante una videoconferencia que tuvieron ayer a la mañana. Por parte navarra, asistieron la lehendakari María Chivite y los consejeros de Industria, Mikel Irujo, y Empleo, Carmen Maeztu, que han mantenido una interlocución con la empresa desde que avanzó su intención de cerrar Ezkirotz en diciembre del año pasado. El ministro de Industria, Jordi Hereu, representó al Gobierno español. Por parte de BSH, participaron en el encuentro Jörg Ulrich, director global de producción; Christian Prenzel, director de la compañía en Europa; Maurizio Bernardi, director del Área Económica, así como el CEO de BSH en España, José Juste.

CHIVITE: «QUINCE DÍAS»

La lehendakari Chivite reveló que plantearon, junto al Gobierno español, a la dirección de BSH que ampliase el plazo para el cierre «de quince días en quince días, sabiendo que hay empresas que tienen que contestar su interés en un par de semanas, pero la empresa no ha tenido a bien flexibilizar».

La lehendakari calificó de «error absoluto» la decisión de BSH y proclamó «el compromiso redoblado del Gobierno de Navarra en la reindustrialización de la planta en el marco de la mesa de trabajo que continúa vigente».

«Tenían una hoja de ruta perfectamente diseñada desde el minuto uno y si se sentaron en la mesa es por la insistencia de ambas instituciones [Gobiernos navarro y español], pero no han movido desde el primer día sus intenciones pese a que se les ha hecho partícipes de que una consultora trabajaba en buscar proyectos de reindustrialización de la planta», describió Chivite la actitud que ha mantenido la dirección de BSH estos meses.

IRUJO: «FALTA DE HUMANIDAD»

Irujo fue un paso más allá y añadió que la decisión de BSH de mantener el cierre es «de una falta de humanidad impresionante».

«Esto no se hace así, hemos ido pidiendo, hemos ido acompañando, tendremos que seguir colaborando con esta empresa, pero, desde luego, ha dejado claro cuál es su prioridad y no han sido los trabajadores y trabajadoras», añadió Irujo, que confirmó que tienen «empresas en activo con posible interés» por la reindustrialización de la planta de Ezkirotz, con las que seguirán en contacto.

Maeztu anunció que el Gobierno navarro velará para que «en el proceso de despido se respeten los derechos de la plantilla».

EL COMITÉ BUSCA ALTERNATIVA

El comité de empresa de BSH Ezkirotz, por su parte, ve necesario seguir trabajando para que se pueda consumar «una alternativa viable y factible», según destacó su presidente, Juanjo Hermoso de Mendoza (LAB), en un vídeo enviado a los medios desde el aeropuerto de Barcelona, desde donde viajaba a Bruselas para mantener una reunión en torno al futuro de la planta.

Destacó que el Gobierno navarro les comunicó su compromiso de seguir buscando la reindustrialización por lo que abogó por «seguir trabajando para que sea una alternativa viable y factible que se pueda llegar a consumar».

BSH: «CUMPLIMOS LA LEY»

En un comunicado enviado a los medios, la dirección de BSH destacó que en diciembre de 2024 comunicó su intención de cerrar la planta de Ezkirotz «siguiendo los requisitos legales» y que durante estos meses ha ido informando a la representación de los trabajadores de su «intención de iniciar el procedimiento de despido colectivo, cuyo periodo de consultas se iniciará el martes 17 de junio».

«Ha sido -añadió- el resultado de un examen exhaustivo de varios escenarios y medidas a lo largo de los años. Lamentablemente, en nuestros mercados, la demanda de electrodomésticos ha disminuido en los últimos años, lo que ha dado lugar, entre otras cosas, a un problema de sobrecapacidad productiva», aseguró la dirección de la empresa.

Desde el ámbito político se sucedieron las críticas a la empresa y se subrayó la necesidad de seguir impulsando la reindustrialización de la planta.

Así, Laura Aznal (EH Bildu) calificó de «inadmisible» el cierre, destacando que «BSH es una empresa con beneficios que deja en la calle a cientos de trabajadores», lo que calificó de «absoluto desprecio» hacia la plantilla y Nafarroa.

En un tono similar, Miguel Garrido (Contigo-Zurekin) denunció «la falta de responsabilidad y compromiso de empresas como BSH con el territorio y plantilla, que le han permitido llenarse los bolsillos durante años».

Ramón Alzórriz (PSN) consideró un «error mayúsculo» la decisión de cerrar BSH y abogó por buscar soluciones, mientras que Geroa Bai también mostró su rechazo a la medida adoptada.

El portavoz parlamentario de UPN, Javier Esparza, por su parte, aprovechó la noticia del cierre de la planta de BSH para proclamar que «Chivite está demostrando que no tiene solvencia política ni empaque para defender los intereses de los trabajadores».