Hay que ponerse de acuerdo porque los meteorólogos y sus portavocías audiovisuales dicen que a partir de una elevada temperatura de mínima la noche es infernal, cuando hace apenas unos meses las llamaban noche de calor tropical. Son noches de verano muy calientes políticamente, especialmente en zonas cercanas. Nafarroa hierve. No se sabe cuántas noches de autos aparecerán en los informes y autos judiciales, ni hasta donde van a llegar, aunque de verdad, mirando desde una cierta distancia todo lo que se está contando suena como un experiencia de sicofonías que vengan de aquel fecundo felipismo residual.

Es bastante obvio que al señor Koldo García no le compraría un coche de segunda mano, ni le daría ninguna responsabilidad en ningún organigrama coherente con el tiempo presente, por lo tanto, que este grandullón haya adquirido tanta importancia ayuda a sospechar sobre todo lo que está pasando. Ni verdad, ni mentira, ni todo lo contrario, existe un tufo de corrupción innegable, pero este trío de la bencina, Koldo, Santos y José Luis, se han cuidado muy poco de ponérselo difícil a la UCO para que saltase todo por los aires. Dicho en términos de serie de policías, se trata de un trato, tú nos dejas ver lo que tienes grabado y te ayudaremos a que el marrón sea menor.

Otra cosa es ponerse en estado de bondad absoluta y creerse que, además de estos tres individuos, nadie sabía o sospechaba nada de sus actividades, de sus actitudes, de sus contactos y trenes de vida. Los tentáculos van ocupando territorio para la duda. Todos los metadatos apuntan a sorpresas inmediatas.