2025 ha sido el año de Renée Slegers. Asistente de Jonas Eidevall, el pasado octubre se hacía cargo del Arsenal tras el cese del sueco. Lo hizo de forma interina pero mientras el club inglés buscaba un nombre a la altura de sus ambiciones, las gunners empezaron a ganar un partido tras otro. Slegers acabó por hacerse con el puesto y siete meses después llevó al Arsenal a hacerse con su segundo título de Champions League, 18 años después del primero y sin que ningún otro equipo inglés lo haya conseguido nunca.

No es descartable que la Eurocopa la gane ahora una mujer. Las dos principales candidatas tienen a seleccionadoras al frente y los siete últimos campeones han estado dirigidos por entrenadoras. No está mal, teniendo en cuenta que desde que la sueca Gunilla Paijkull, primera mujer que se hizo cargo de una selección nacional absoluta, dirigiera a Suecia en la Eurocopa de 1989, solo 22 entrenadoras han dirigido un equipo en alguna Eurocopa. Este año son siete, el número más alto hasta el momento, y frente a la veteranía de las laureadas Pia Sundhage (dos oros y una plata olímpica y una plata mundial) y Sarina Wiegman (dos Eurocopas y dos platas mundiales), cinco hacen su debut en el torneo.

Nina Patalon es la más joven de todas (39 años) y también ‘la primera’ en muchas cosas. Por ejemplo, la primera polaca en conseguir una licencia UEFA Pro. También la primera en hacerse cargo de las selecciones inferiores -dirigió a la sub15, sub17 y sub19- antes de convertirse en la primera mujer al frente de la selección absoluta de Polonia. Ahora ha llevado a su equipo a disputar un gran torneo por primera vez. No ha superado la fase de grupos, «pero eso no nos supone ningún problema. Para nosotras lo más importante es jugar bien, que los aficionados apoyen a la selección, que quieran vernos. Esta es una selección joven. Para nosotras, la Eurocopa no es el final, solo es el principio», señalaba.

Patalon comparte logro con Rhian Wilkinson. Canadiense de nacimiento, galesa por vía materna, para cuando llegó a Gales en 2024 ya había conquistado la NWSL con Portland Thorns. Con la camiseta del dragón no ha ganado ningún título, pero su logro quizá sea mayor: Gales disputa en Suiza el primer gran torneo de su historia y, aunque necesita un milagro y aún no ha sumado un solo punto, llega a la tercera jornada con posibilidades de clasificarse para cuartos de final.

Gales ya había estado cerca de lograr el billete al Mundial de 2023, que se le escapó en el último partido de la prórroga. La mujer que se sentaba entonces en el banquillo y cuya repentina marcha provocó la llegada de Wilkinson, dirige hoy a Noruega. Decir que está triunfando es excesivo, no hay más que ver su discreto recorrido en la Nations League, pero no hay que olvidar que Gemma Grainger se hizo cargo de un equipo conmocionado tras la etapa Riise y con demasiados años a sus espaldas viendo cómo jugadoras que brillan con sus clubes no son capaces de hacerlo en la selección. Tras irse a casa en la primera fase en las dos últimas Eurocopas, con Grainger al menos han logrado alcanzar los cuartos con pleno de victorias. Eso sí, en el grupo más fácil de la primera fase.

La lista de seleccionadoras en Suiza la completan Elisabet Gunnarsdottir, todavía cogiéndole el pulso a Bélgica tras llegar al cargo hace apenas seis meses, y Montse Tomé. En dos años, ha llevado a España a ganar la primera Nations League y a estrellarse en los Juegos Olímpicos. En la Euro ha empezado con pleno de victorias.