Dos ingenieras de la Universidad de Delft, en los Países Bajos, han rediseñado el espéculo vaginal para que sea menos intimidatorio y doloroso. «Por desgracia, tengo mucha experiencia con el espéculo vaginal. Nunca lo viví como una experiencia placentera y siempre me pregunté por qué tiene este aspecto», explica a AFP Tamara Hoveling, una de las investigadoras de este proyecto.

Su compañera Izcara Gual añade que intentaron «buscar formas que pudieran estar relacionadas con los órganos reproductores, como por ejemplo la flor, que también se abre». El resultado fue el prototipo Lilium, que se asemeja a un tampón por su plástico blando y su aplicador. «Fue diseñado pensando más en las pacientes que en los médicos; intentamos mejorar la experiencia en una zona sensible», explica, aunque indica que también tiene en cuenta las necesidades médicas, ya que al abrirse por tres lados evita que las paredes vaginales se cierren y permite mejor visibilidad. El proyecto se encuentra en una fase inicial y se necesitan más pruebas para perfeccionar el prototipo. Millones de mujeres esperan que el proceso hasta su comercialización no sea largo.