Movilización por unas pensiones dignas
El pasado martes se hizo público el informe que rechaza de plano la iniciativa legislativa popular (ILP) para equiparar las pensiones mínimas al salario mínimo interprofesional, presentada por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria. Ayer dicho movimiento anunció que saldrá a la calle a denunciar ese rechazo, que considera un «desprecio», además de un «fraude y atropello».
Antes de entrar en el contenido de la ILP y de la respuesta recibida, resulta al menos chocante que el Gobierno de Lakua despache una iniciativa respaldada por decenas de miles de personas con su firma, además de por todo el ámbito sindical e incontables organizaciones de toda índole, sin siquiera considerarla asunto de debate en el Parlamento. La forma de hacerlo tampoco parece la más adecuada, y no solamente por no haber hecho llegar el informe directamente a las personas interesadas, sino también porque su principal argumento, a saber, que la protección para perceptores de pensiones «ya está integrada en el sistema», no invalida el objeto de la ILP, dado que esa integración es, a todas luces, insuficiente. O, peor aún, si lo que pretende explicar es que ese objetivo está satisfecho, no es cierto, toda vez que solo un 7% de las personas que cobran una pensión inferior al SMI están percibiendo la RGI, un porcentaje aún menor en el caso de las mujeres. Hay casi 180.000 personas que perciben cantidades por debajo de los 950 euros mensuales, e incluso quienes no llegan a los 600 euros, son nada menos que alrededor de 70.000, y en todos los casos la gran mayoría son mujeres.
El 25 de setiembre el Parlamento de Gasteiz previsiblemente dará por bueno el informe del Consejo de Gobierno y desperdiciará una clara oportunidad de poner en valor y prestigiar un cauce de participación ciudadana como la ILP. El informe ya ha dejado claro que se trata de un mero instrumento no ya accesorio, sino sin efectos prácticos. El próximo lunes el movimiento de pensionistas retomará las concentraciones semanales, y ayer anunció sendas manifestaciones de protesta para el 20 de setiembre en Bilbo, Donostia y Gasteiz, en las que mostrará su «enfado». Motivos no le faltan.

El servicio de ambulancias de Osakidetza, de camino a urgencias

Peixoto, euskararen eskutik abertzaletu zen betiereko militantea

El Patronato del Guggenheim abandona el proyecto de Urdaibai

El PP amenaza con el exterminio político a EH Bildu y sin tener turno de palabra
