Sole GALIANA

Soldados admiten la política británica de guerra sucia en Irlanda

El legado de la política británica en Irlanda vuelve a la actualidad. Horas después de que el fiscal general del norte de Irlanda sugiriera el fin de las investigaciones sobre la autoría de las acciones violentas que tuvieron lugar durante el conflicto, salió a la luz la existencia de una unidad secreta del Ejército británico que en 1972 llevó a cabo acciones de guerra sucia contra la población nacionalista de Belfast.

Horas después de que el fiscal general del norte de Irlanda, John Larkin, planteara la suspensión de las investigaciones sobre la autoría de las acciones violentas llevadas a cabo durante el conflicto, el canal público británico BBC anunció la emisión de un programa de investigación (Panorama) en el que soldados de una unidad secreta del Ejército británico admiten su participación en acciones de guerra sucia que causaron la muerte de civiles desarmados.

La unidad militar, denominada Fuerza de Reacción Militar (MRF), tenía como misión «cazar» a supuestos miembros del IRA en Belfast, y su campo de acción fueron las calles del barrio republicano de West Belfast.

Los detalles de estas declaraciones fueron revelados por la cadena británica veinticuatro horas después de que Larkin sugiriera archivar cualquier investigación o acción judicial sobre incidentes relacionados con la violencia política en Irlanda ocurridos con anterioridad a 1998. Casi 4.000 personas perdieron la vida a lo largo de tres décadas a causa del conflicto político. Se estima que un 11% de estas muertes son consecuencia directa de acciones llevadas a cabo por fuerzas de seguridad británicas.

El equipo de Investigación Histórica, creado en setiembre de 2005, está encargado de investigar las muertes en el norte de Irlanda durante el conflicto, pero su trabajo terminaría de llevarse a la práctica las sugerencias de Larkin.

Si la propuesta ya fue criticada por los grupos que representan a las familias de las víctimas, las revelaciones de los soldados del MRF añadirán, sin duda, más leña al fuego. Algunos de los soldados han relatado su experiencia en dos libros, describiendo en uno de ellos al MRF como «un escuadrón de la muerte legalizado».

Siete de los miembros de esta unidad secreta -que aceptaron participar en el programa a cambio de que sus identidades fueran protegidas- revelaron que estaba formada por 40 soldados elegidos cuidadosamente entre las filas del Ejército.

Antes de que la unidad fuera desmantelada hace 40 años -18 meses después de su puesta en marcha-, sus miembros patrullaron las calles de West Belfast disfrazados de barrenderos o disimulando estar borrachos, pero sus «labores» no se limitaron a una mera tarea informativa.

Uno de los soldados que ofreció su testimonio admitió que también dispararon contra civiles desarmados sospechosos de pertenecer al IRA.

«Perseguíamos a terroristas»

«Se trataba de sacar al IRA y de reducir al mínimo sus actividades... Perseguíamos a asesinos de niños, terroristas, personas que te matarían sin ni siquiera pensarlo», declaró.

Los siete soldados admitieron que actuaron en contra de lo que dicta la propia Yellow Card (Tarjeta Amarilla), que establece en qué circunstancias pueden disparar los miembros del Ejército. Alegaron que esta regulación no les concernía.

Además de disparar contra civiles desarmados, los soldados explicaron que solían conducir hasta las barricadas en la barriada nacionalista de West Belfast para disparar contra quienes se congregaban en el área, aunque ninguno de ellos exhibiera armas. Los soldados sostuvieron que con estas acciones «salvaron muchas vidas». En 1972 se produjeron más de 10.600 tiroteos en el norte de Irlanda, pero no ha sido posible identificar cuántos fueron responsabilidad de la MRF, ya que sus archivos operativos han sido destruidos y los soldados identificados por Panorama han evitado su incriminación o la de sus compañeros de unidad, a pesar de sus confesiones. «No íbamos dando vueltas por la ciudad disparando a diestro y siniestro. Íbamos, encontrábamos o buscábamos a nuestros objetivos, y los eliminábamos», dijo otro de los soldados. Sin embargo, los realizadores del programa de la BBC han conseguido identificar a al menos diez civiles desarmados que habrían sido abatidos por miembros de la MRF.

Una investigación del Ministerio sobre la MRF concluyó que no hubo «ninguna disposición para el mando y control detallado» de las actividades de la unidad. El Ministerio de Defensa británico se ha negado a confirmar si miembros de las fuerzas de seguridad involucrados en tiroteos en el norte de Irlanda pertenecían al MRF, y se ha limitado a decir que ya ha enviado a la Policía la información descubierta por los periodistas.

El general retirado Michael Jackson, que sirvió en el norte de Irlanda, Kosovo e Irak con las fuerzas británicas, asegura que no tuvo conocimiento de la existencia de la MRF -a pesar de que cuando fue trasladado al norte de Irlanda ya había participado en operaciones de inteligencia en 1963, y a que en 1972 estuvo presente en Derry durante el Domingo Sangriento, cuando compañeros del regimiento paracaidista abrieron fuego contra manifestantes desarmados, causando la muerte de 14 personas-. Sin embargo, Jackson no dudó en alabar las acciones de los soldados del MRF, calificándolas de «valerosas».

Artefacto explosivo en un autobús urbano con pasajeros en Derry

Aún no se ha confirmado la autoría del secuestro el miércoles por la tarde de un autobús urbano en Derry, en el norte de Irlanda, durante el cual un enmascarado depositó un pequeño artefacto explosivo en una bolsa detrás del asiento de la conductora y le ordenó que se dirigiera hasta una comisaría de Policía en la ciudad en Strand Road.

La conductora pidió a los diez pasajeros que se encontraban a bordo que abandonaran el vehículo y llamó a la Policía, que apunta a que la acción podría ser responsabilidad de grupos disidentes republicanos y que el explosivo, a pesar de su pequeño tamaño, «podría haber causado daños o heridas serias». Según la Policía, el enmascarado dijo que el explosivo tenía un temporizador para que estallara en dos horas. 40 viviendas tuvieron que ser evacuadas antes de que los artificieros pudieran examinar el artefacto.

En la madrugada del jueves, en Portglenone, en el condado de Antrim, los residentes tuvieron que abandonar sus viviendas por una falsa alarma provocada por un objeto sospechoso en la calle principal de la localidad. S. GALIANA