Raimundo Fitero
DE REOJO

Recuerdos

Las peripecias de los vecinos televisivos son una suerte de pozo sin fondo del que salen las mejores audiencias desde hace varios quinquenios. Ha vuelto «La que se avecina», rompiendo audiencias, casi cinco millones de telespectadores, por encima de la que parecía imbatible «El tiempo entre costuras», y con un gesto emotivo recordando a Mariví Bilbao Goyoaga, una de las actrices que hasta su muerte ha ido acompañando a este producto de la factoría del siempre tenebroso José Luis Moreno, en todas sus reencarnaciones. Fue todo un detalle de agradecer el dedicarle ese recuerdo en plena trama, ya que sonó auténtico, verdadero, muy bien elaborado porque era un actriz fenomenal, una persona encantadora y sus personajes habían calado entre las audiencias de una manera importante. Era una actriz y un personaje muy querido por el público popular. Por lo tanto han sabido arrancar temporada marcando territorio, sabiendo por dónde van las masas televisivas y dando ese abrazo simbólico a la actriz emblemática.

Pero los recuerdos, las necrológicas, los obituarios se amontonan ya que hemos conocido el fallecimiento de Fernando Argenta, uno de los mayores divulgadores de la música clásica, tanto en sus programas radiofónicos legendarios, «Clásicos Populares» como en la televisión pública estatal con aquel «El Conciertazo» que ocupó programaciones de las mañanas de los sábados, pero que nos parecía que su capacidad divulgativa y didáctica no conseguía la misma efectividad delante de las cámaras. Tuvimos la sensación de que siempre eran mejor las ideas que su conducción, pero su personalidad desbordante y sus conocimientos se impusieron a la falta de telegenia convencional y a sus dotes más que deficientes para encontrar la espacialidad televisiva en el plató llenó de niños y niñas. Prevaleció su amor a la música clásica, a la música en general, pues había sido miembro de varias bandas de pop-rock de los sesenta y setenta del siglo pasado. Acabó no demasiado bien su experiencia televisiva, y la jubilación lo apartó del primer plano. Se recuerda con emoción sus capacidad para explicar lo intrincado de la música denominada culta con palabras sencillas.