``¿Es este el deporte de la clase trabajadora?'', rezaba una pancarta que mostraron los aficionados del Crystal Palace en el partido frente al Newcastle de la última jornada.

Dueño de la Katanga Mining Company -presidida por su mujer-, que explota los yacimientos de cobre y uranio de esta región congoleña, Moise Katumbi Chapwe es el `Berlusconi' del Tout Puissance Mazembe -su traducción del francés, `Todo Poderoso', resulta bastante significativa-. Los salarios de sus jugadores oscilan entre los 4.000 y los 16.000 euros mensuales, todo un lujo en el fútbol africano, lo que le permite retener a las figuras del país y atraer, además, a otras.

Pero esta vez no ha podido ser. El capitán de los Cuervos, de uno de los equipos más potentes del continente, que fuera fundado por monjes benedictinos en 1939, ha cambiado de aires. Bautizado en su día como «el próximo Samuel Eto'o», Trésor Mputu acaba de fichar, a sus 28 años, por el reciente campeón de la Girabola angoleña, el Kaburscorp Sport Clube do Palanca. Es el club que se hizo en 2012 con los servicios del brasileño Rivaldo, y donde Mputu cobrará nada menos que 45.000 dólares mensuales. No en vano, el dueño del equipo es el general Bento Kangamba, que se ha hecho rico entre otros negocios con el comercio de diamantes, y que ha sido acusado recientemente por Brasil de tráfico internacional de mujeres.

Esos sueldos no son los habituales en un continente del que sus mejores diamantes parten cada día rumbo hacia ligas más atractivas. Sus sueños acaban muchas veces convertidos en pesadillas, se cumplen en otras ocasiones y no pocas veces generan aventuras como para escribir una novela. Bien podría protagonizar alguna Bayan Mahmud, de apenas 18 años, que huyó hace tres de Ghana, donde las guerras tribales le habían dejado huérfano. Se embarcó en una singladura marina rumbo a lo desconocido, hasta que un compatriota le dijo dónde había ido a parar. A Buenos Aires. Hoy milita en las categorías juveniles de Boca Juniors, donde el ídolo Juan Román Riquelme le regaló unos botines de los que ni siquiera disponía cuando llegó.

Jóvenes y, en muchas ocasiones, niños que buscan un sueño imposible, en tanto futbolistas ya consagrados y casi de vuelta de todo, como Pablito El Payaso Aimar, buscan competiciones exóticas, como la malaya. Allí ha recalado, a sus 33 años, en el Johor Darul Takzim, el club en el que estuvo la temporada pasada el exdelantero del Getafe Dani Güiza. Junto a él juega otro argentino, Luciano Figueroa, y entre ambos se bastaron para ganar 7-1 en su estreno.

Si el nombre del nuevo equipo del Payasito es difícil de pronunciar por estos lares, qué decir entonces del Gach Dong Tam Long-Tan An vietnamita, o imaginar cómo alentarán al Üsküdar Özsahrayiceddidsport turco, o al Domoina Soavina Astimondrano malgache o, mismamente al Mphatlalatsane FC de Lesotho. Aunque tampoco hay que irse tan lejos, porque quién no pronuncia `París Sanshermén', o `Líverpul', incluso cuántos saben decir correctamente Mönchengladbach. Así que mejor hablar de los Potros del Borussia, que esta jornada, última del largo parón invernal de la Bundesliga, se auparon a la cuarta plaza de la clasificación, desbancando de la misma al otro Borussia, el de Dortmund, que salió derrotado 1-2 en su propio estadio ante el Hertha de Berlín. Cuarta derrota en otros tantos partidos. «Ahora mismo ninguno de mis jugadores querría jugar otros tres o cuatro partidos», se sinceró su vehemente entrenador Jürgen Klopp. También cayó el segundo clasificado, el Leverkusen, con lo que el Bayern Múnich, aun sin jugar por su presencia en el Mundial de Clubes que acaba de ganar en Marruecos, es más líder y ya nada le impide alzarse con una nueva ensaladera dentro de unos meses.

La Juventus sigue líder

Algo parecido le sucede a la Juventus, que puede disfrutar de una ventaja de cinco puntos al frente de la Serie A hasta el próximo año, después de superar por un claro 1-4 al Atalanta -con sendos goles de Tévez y Fernando Llorente- y mantener así su ventaja sobre el segundo clasificado, la Roma, a la que se enfrentará, precisamente, el 5 de enero. «Lo importante es que terminamos 2013 con buenas sensaciones, y ahora trataremos de aprovechar el parón para prepararnos para el partido ante la Roma», dijo el centrocampista Claudio Marchisio. Gigi Buffon dejó su récord de imbatibilidad en 744 minutos.

Los gilarossi, por su parte, superaron al último clasificado Catania por 4-0, mientras que el tercer situado Nápoles volvió a pinchar -no enlaza dos victorias desde el 2 de noviembre-, empató fuera 1-1 ante el Cagliari y se descuelga. El esperado derbi de Milán terminó con victoria del Internazionale por 1-0, en un desolador partido de ambos conjuntos que no estuvo a la altura. La curiosidad radicó en el Sassuolo-Fiorentina, donde 9 de los 11 jugadores del equipo local eran italianos, mientras que 7 de 11 jugadores violas eran extranjeros.

En Francia, el Paris Saint-Germain, en el gran partido de la jornada, incrementó su ventaja a cuatro puntos en la última jornada del año a pesar de que solo pudo empatar 2-2 en casa ante el tercer clasificado, el Lille, que miró a los ojos sin miedo a los parisinos. Brillante, cómo no, el portero nigeriano Enemaya. Zlatan Ibrahimovic marcó un golazo de falta, pero montó en cólera después de que el árbitro pasara por alto en sus propias narices un `cachetazo' del capitán rival, Río Maduva; el sueco le propinó un fuerte empujón y se montó la tangana durante varios minutos.

El equipo de Blanc pudo, sin embargo, aumentar su ventaja al frente gracias a la derrota en casa del Mónaco. El Girondins de Burdeos, cuarto de la tabla, dejó escapar una ventaja de 0-2 y acabó empatando 2-2 en su visita al sexto clasificado Olympique de Marsella, mientras que el Saint-Étienne venció al Nantes por 2-0 para situarse quinto.

Juventud en la Eredivisie

En la Eredivisie, el vigente campeón Ajax consiguió por fin hacerse con el liderato, escalando por encima del Vitesse gracias a la diferencia de goles. Triunfo y liderato tuvieron un protagonista destacado. Corría el minuto 80 y Frank de Boer llamó al jugador más joven de la convocatoria ajaccied, el defensa Jairo Riedewald, de solo 17 años de edad. Debutó en Liga y marcó los dos goles de la victoria. Se convirtió, además, en el jugador más joven que anota en su debut en la Primera División holandesa y en el 15º canterano al que ha hecho debutar De Boer en tres años.

En Rumanía, el líder Astra consiguió un empate 1-1 ante el equipo más popular del país, el Steaua de Bucarest, y deja a su rival a tres puntos. Detrás de este choque por la cabeza se esconde la actual realidad del fútbol de los Cárpatos, como bien la desgrana Toni Padilla en Marcadorint.com.

En 2009 la Liga la ganó el Unirea Urziceni, un club casi sin hinchada, pero aupado gracias al dinero de su propietario, Dumitru Bucflaru. Dos años duró su inversión, hasta que vendió casi todos sus jugadores al Steaua debido a sus deudas con el polémico propietario de este club, Gigi Becali. Acusado de mantener relaciones con la mafia, de ser homófobo, racista y violento, Becali dirige a su antojo al que fuera club del ejército rumano, pese a que de niño era hincha del rival Dinamo.

El Astra es el nuevo Urziceni. En los años 30 se fundó un club llamado Astra en Ploiesti, la ciudad famosa por sus refinerías de petróleo. En 2005, el empresario Ioan Niculae se hizo con el club y en 2012 decidió trasladarlo a la ciudad de Giurgiu, en la frontera con Bulgaria, a 130 kilómetros de donde ambos, dueño y equipo, nacieron. Con apenas 5.000 seguidores en las gradas, ya ha jugado competición europea y ahora es líder, todo a base de dinero, aunque la cuestión es saber hasta cuándo.

A unos 2.000 kilómetros de allí, en Kazan, el Rubin ya no será el mismo sin Kurban Berdyev, el técnico que le dio las ligas rusas de 2008 y 2009 al club tártaro y que acaba de ser despedido. Después de doce años, ya nadie volverá a deslizar sus dedos por las cuentas de un rosario musulmán sentado en el banquillo. Era el entrenador que más tiempo llevaba en el mismo equipo después de Arsène Wenger. El escocés Tommy Docherty The Doc, «El entrenador de hierro» y una de las figuras más polémicas del fútbol inglés de todos los tiempos, dijo una vez: «Entrenar estos días es como una guerra nuclear. No hay ganadores, solo supervivientes».