Garbiñe Muguruza se impuso a la danesa Caroline Wozniacki, décima favorita y exnúmero uno del mundo, por 4-6, 7-5 y 6-3, para colocarse por primera vez en los octavos de final de un Grand Slam, en el Abierto de Australia. La discípula de Alejo Mancisidor se enfrentará en esa ronda con la polaca Agnieszka Radwanska, quinta favorita, que superó a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, por 5-7, 6-2 y 6-2.

«Estaba muy nerviosa, porque se trataba ya de la tercera ronda y enfrente tenía a una gran tenista, pero lo único que tenía en mente era jugar de forma agresiva», declaraba la vasco-venezolana, que acabó el choque con el doble de golpes ganadores que su rival. «He trabajado muy duro esta pretemporada, por lo que me tomo todo esto como el premio a ese trabajo», añadía sobre su gran papel en las calurosas pistas de Melbourne.

Muguruza tuvo un arranque de partido prometedor, adelantándose 4-2 en el primer set, pero ocho puntos seguidos de Wozniacki le pusieron 4-5 por debajo, para acabar cediendo el set inicial por 4-6. Lejos de venirse abajo, siguió peleando en la segunda manga, que se endureció mucho tras un continuo intercambio de servicios. La rotura no llegó hasta el 11º juego, dándole el set a Garbiñe. Su rival acusó mucho el golpe, y el set definitivo fue un paseo triunfal para la joven aspirante.

«Ha habido un momento en el que he pensado que se me escapaba, pero sentí que ella estaba nerviosa en los momentos importantes y eso me dio fuerzas y pensé que tenía mi oportunidad», explicó Muguruza sobre el encuentro disputado en la codiciada pista central del torneo: «Jugar en la central y ganar es una gran sensación porque significa que has ganado a una gran jugadora, es por tanto una doble sensación».

Respecto a su próxima rival, Agnieszka Radwanska, Garbiñe comentó que «es distinta a Caroline, que tiene un esquema de juego muy hecho. Radwanska es talento, pero ya he jugado contra ella y sé que no le hace mucha gracia enfrentarse contra mi, porque la incomodaba y eso lo noté yo. Es interesante ver cómo reacciona». La reciente ganadora del torneo de Hobart pedía también que se respetara la «ñ» de su nombre al pronunciarlo. «Entiendo que es difícil decirlo pero quiero que se diga Garbiñe y no Garbine, que suena como francés», bromeaba.

La jornada

Por lo demás, no hubo sorpresas en una jornada con algo menos de calor. En el cuadro masculino, Nadal, Murray y Federer pasaron a octavos sin ceder ni un set, aunque al suizo le espera ahora un hueso como Tsonga. En el femenino, Sharapova, Azarenka, Stephens, Jankovic y Halep también avanzaron.