Joseba VIVANCO
La grada de San Mamés tendrá un papel fundamental

Sí, se puede

Los leones necesitan imponer un ritmo alto de juego y dar velocidad al balón ante un equipo colchonero que seguro no vendrá a encerrarse atrás. Está claro que el choque no tendrá nada que ver con el de ida.

ATHLETIC-ATLÉTICO

«La pelota es redonda, el partido dura noventa minutos, y todo lo demás es solo teoría», lo resumió con absoluto minimalismo el técnico alemán Sepp Herberger. Seguramente es lo único cierto que nos aguarda de la incierta eliminatoria copera de esta noche en San Mamés. Frente a frente dos equipos enrachados, dos entrenadores con dos propuestas balompédicas enfrentadas, dos entidades con varias cuentas pendientes, 90 o 120 minutos por delante, ventaja mínima para los visitantes y choque de alto voltaje que puede ser el definitivo bautizo de San Mamés en sus escasos meses de andadura.

¡Hagan juego señores, no va más! que gritaría el croupier de turno. Porque el resultado no puede ser más incierto, más allá de las simpatías de cada cual o del torbellino de ilusión generado por este Athletic que, seguro, no se parecerá en nada al cauteloso de hace una semana en el Calderón. Con el público empujando, sabedores de lo que se juegan y confiados, los leones tienen una enésima prueba de madurez futbolística. En El Sadar, al margen del abultado marcador, del juego o la intensidad desplegada, el equipo demostró esa mentalidad ganadora que no hace mucho un Loco rosarino les inoculó y un tipo más listo que el hambre como Ernesto Valverde ha sabido mimar y poner en valor.

Aquel equipo que rubricó una inolvidable gesta copera ante el Sevilla en 2009, que deslumbró a toda Europa en Old Trafford, que llegó a una final continental en un memorable partido frente al Sporting lisboeta en casa, o que esta temporada ha dado la vuelta a marcadores no se sabe ya cuántas veces, ese mismo equipo se está haciendo mayor, mentalmente, adquiriendo una madurez futbolística necesaria para choques como el de hoy, de esos a cara de perro.

Poso y despliegue futbolístico, pero sobre todo goles. Porque todo lo anterior no vale de nada si no se da la vuelta al 1-0 de la ida. Y ahí el Athletic deberá jugar rápido, intenso, porque o una de dos, o el Atlético del Cholo Simeone viene a San Mamés a jugar como en la ida y taponar bandas para que el Athletic se estrelle luego contra su ultramuro defensivo interior, a la espera de sus ocasiones a la contra, o pone en práctica de salida la presión alta como hizo contra el Rayo este domingo para tratar de marcar pronto y luego encastillarse ante Courtois. Y se antoja esto último.

El planteamiento colchonero no alberga muchas dudas, de ahí que el ataque bilbaino de hoy requiera de una eficacia máxima, tanto técnica para jugar con velocidad como eficaz a la hora del remate. Y no menos revelante será el papel de la defensa o de gente como Iturraspe y Mikel Rico, necesarios en su mejor versión para frenar los peligrosos arreones de Diego Costa y compañía.

La presión sobre Mateu Lahoz

Y luego el público, San Mamés. Ellos no meten goles, no centran, no cortan balones, pero su aliento hacia los suyos debe ser hoy crucial. Como lo será no tanto su acoso al equipo rival, donde Godín, Arda y compañía poco se verán amedrentados, sino hacia un colegiado en cuyo silbato puede estar la eliminatoria. Como en la ida con la no expulsión de Diego Costa, aquí el pase a semifinales se puede decidir en una fracción de segundo, en un área, en un entrada dura, en una tarjeta... No es baladí el papel que pueda jugar Mateu Lahoz y su «sigan, sigan» y de ahí que la grada cobre máxima importancia. Porque el Athletic no debe entrar a la guerrilla que planteen los madrileños; para eso ya estará la afición.

Un partido a todo o nada, una final en cuartos, un espaldarazo incluso internacional para los leones derrotar al `Chelsea' español. Y el premio de unas nuevas semifinales. A partir de ahí, el balón es redondo y el partido dura 90 minutos, que diría el sabio Sepp Herberger, el técnico que obró el legendario `Milagro de Berna', cuando en la final del Mundial de 1954 Alemania derrotó a la hasta entonces invencible Hungría. ¿Y por qué no el `Milagro de San Mamés'? El Real Madrid, que ayer derrotó el Espanyol 1-0 (Jesé), aguarda.

Quedada para acompañar el autobús rojiblanco. La plantilla del Athletic saldrá del hotel Melía hacia el estadio sobre las 18.15, y hay numerosas convocatorias para acompañar al autobús hasta San Mamés.

Óbito: José Luis Bilbao, «Bala negra». José Luis Bilbao `Bala Negra', uno de los exjugadores más veteranos del Athletic, falleció ayer a los 92 años. Jugó diez temporadas en el club.