Tres horas de diálogo bastaron para poner fin a semanas de fuertes tensiones entre los médicos y el Gobierno ecuatorinao, enfrentados por la inclusión en el nuevo Código de Penal de un artículo que castiga con penas de 3 a 5 años las muertes ocurridas como consecuencia de una práctica profesional que incluya acciones peligrosas, ilegítimas e innecesarias.

La situación parecía presagiar una crisis de grandes proporciones, habida cuenta de las amenazas de renuncia de los doctores. El Gobierno tenía listo un plan para recibir hasta 750 médicos cubanos para reemplazar a los huelguistas. Finalmente, representantes de los médicos y del Gobierno alcanzaron un acuerdo tras una reunión a la que asistió el presidente, Rafael Correa.