La vida sonríe a Ernesto Valverde. El «Txingurri» ejerce por segunda vez de profeta en su tierra lo que, sobre todo, contribuye a que su equipo ocupe plaza de Champions desde hace unas cuantas semanas. Pero también le ofrece satisfacciones simbólicas y posiblemente menores como el hecho de haber sido reconocido como mejor entrenador de Primera durante el mes de enero.

Valverde sucede en el particular palmarés de este galardón, que le fue entregado ayer en Lezama, a Jagoba Arrasate y, aunque admitió que «los premios siempre están bien y hay que agradecerlos», aseguró que en este caso lo siente más como un reconocimiento a la labor colectiva del Athletic. «El significado que tiene es que mi equipo ha estado muy bien este mes. Al final lo coge el entrenador porque es como la representación del equipo pero todos sabemos que estos premios son más individuales que colectivos, recae en una persona, y lo agradezco, pero es extensivo al equipo», insistió el técnico.

Y no es de extrañar porque el Athletic lleva una racha espectacular -una sola derrota, apenas dos empates y nada menos que siete victorias en diez jornadas- que no solo le ha asentado en la cuarta plaza, sino que incluso le tiene más cerca del todopoderoso Real Madrid, a once puntos, que del séptimo clasificado Sevilla, que se sitúa doce por debajo. En ese sentido, Valverde lo tiene claro. «Estamos donde nos gustaría. Siempre aspiramos a estar mejor, a estar todavía más arriba, pero tal y como ha ido el año y aunque todavía nos queda mucho por delante, estamos contentos con la situación del equipo». Y es que es difícil mejorar la situación del Athletic, teniendo en cuenta que por delante solo marchan los dos galácticos y un Atlético que esta temporada también se ha ganado esa etiqueta. «Estamos muy contentos en esa cuarta posición porque los tres de arriba se han ido muchísimo», reconoce Valverde, que siendo realista tiene claro que la «ilusión» de su equipo sería acabar la temporada en la cuarta plaza y «optar a jugar la Champions. Sería maravilloso, qué mejor manera de reestrenar el estadio en todo su esplendor. Pero nos queda mucho -advirtió-. Esto es largo y sabemos que los equipos que vienen por detrás, Villarreal, Real, Valencia, Sevilla..., nos van a apretar. Nosotros tendremos que mantenernos firmes».

El técnico, por último, y tras asegurar que tiene «la suerte de haber podido entrenar dos veces en un club extraordinario» como el Athletic, reconoció sentirse «a gusto» en esta segunda etapa en el banquillo rojiblanco. «Estoy a gusto, estoy a gusto en el Athletic, a gusto con el equipo... Porque volver al Athletic en este momento era un reto importante para mí, era una segunda oportunidad, volver otra vez a mi casa, con más presión... Estoy contento sobre todo porque tengo un grupo de jugadores extraordinarios».

A Balaídos

Jugadores que a lo largo del próximo mes tendrán una buena oportunidad para apuntalar aún más la cuarta plaza. Antes de que las dos visitas consecutivas, ya en marzo, a Villarreal y Valencia marquen la entrada en el último cuarto de la competición, el Athletic se enfrenta a cuatro equipos de la zona media y baja de la clasificación.

Celta, Espanyol, Betis y Granada completan el calendario rojiblanco en las próximas semanas de competición, que arrancan el lunes en Balaídos. Ante un Celta al que casi le va mejor a domicilio pero que parece haber entrado en racha tras ganar tres de sus cuatro últimos compromisos. Así lo advirtió Mikel Balenziaga, para el que «empezó bastante flojo en su estadio pero está sacando puntos, ahora está en buena racha y es un rival peligroso. Si no salimos con la intensidad que acostumbramos lo vamos a tener muy difícil para puntuar», aseguró el lateral guipuzcoano que, en cualquier caso, se mostró optimista, tras las «buenas sensaciones» que le han dejado los enfrentamientos con Atlético y Real Madrid. Pese a que con uno se cayó y con el otro no se pasó del empate, Balenziaga cree que la pasada ha sido «una de las semanas más completas en cuanto a sensaciones».