ELCHE 0

OSASUNA 0

No siempre un 0-0 es sinónimo de bostezo. El marcador de ayer del Martínez Valero no reflejó lo visto sobre el campo, con dos proposiciones dispuestas a hacerse con los tres puntos, pero que tuvieron que conformarse en sumar de manera equitativa, lo que tampoco es moco de pavo. Sobre todo para un Osasuna que sigue añadiendo granitos de arena, esta vez frente a un rival directo al que, de paso, le supera en el gol average particular.

No fue en esta ocasión el equipo conservador y timorato de las últimas jornadas fuera de casa. Al contrario, combinó el buen hacer defensivo con resueltas intenciones atacantes. Al revés de lo que se había hablado entre semana en Elche, fueron los rojillos quienes, conforme fueron avanzando los minutos de la primera mitad, se hicieron con el cuero y, lo más importante, generaron las ocasiones de mayor peligro. De hecho, solo la tradicional falta de acierto les privó a los de Javi Gracia de ponerse por delante en el marcador. Un cabezazo de Oriol Riera quizás demasiado centrado (m.5), un golpeo al aire de Roberto Torres cuando estaba casi en el área pequeña (m.19) y un testarazo bastante mejor ejecutado de Arribas (m.21) a la salida de un corner fueron suficiente bagaje como para que Osasuna se hubiese ido con ventaja al descanso.

La escuadra navarra le hincaba el diente a la banda derecha local, donde Damián no daba a basto para cortocircuitar los constantes movimientos de un inquieto Armenteros, con continuas diagonales, y la irrupción una y otra vez en ataque de un Damià pletórico. Los encarnados, además, regresaban a su intensidad, lo que quedaba palpable en las segundas jugadas, haciéndose prácticamente con todas las pelotas.

Así, mientras Osasuna volvía a demostrar que sabe salir de la presión del rival tocándola e hilvanar jugadas de peligro cuando se lo propone, el Elche solo llegaba a las inmediaciones de Andrés Fernández con jugadas a balón parado, donde se mostraba incisivo. El encuentro, de hecho, se tornó durante muchas fases como de ida y vuelta entre ambos conjuntos, si bien los visitantes fueron quienes mejores lances desperdiciaron.

Inexistente penalti errado

Todo ese trabajo de los de Gracia se pudo marchar muy bien al traste por el error de apreciación de un Hernández Hernández que no lo estaba haciendo mal hasta esa jugada. Del Moral puso todo de su parte cuando vio que Arribas llegaba con demasiado ímpetu, pero no como para que hubiese un contacto merecedor de los once metros.

Lo injusto de la señalización del penalti se compensó con el error en la ejecución del exrojillo Coro, que mandó el balón a la grada. El lance espoleó a los anfitriones en quizás el periodo por el que pasó más problemas Osasuna que, con el paso de los minutos, se fue recomponiendo y haciéndose con el dominio, teniendo su mejor oportunidad en un disparo de Silva (m.79) que se fue envenenando al tocar en un defensa y sacar Manu Herrera con los dedos a corner.