Tom Jelte Slagter repitió victoria en la séptima etapa de la París-Niza, al igual que lo hizo en la cuarta jornada, demostrando que el joven holandés, ganador de una etapa y la general el año pasado en el Tour Down Under de Australia, es un auténtico portento llamado a ser un gran protagonista durante la presente temporada y las próximas.

En la general, Carlos Betancur sigue con el maillot amarillo, pero la noticia fue que Geraint Thomas, segundo en la clasificación, se despide definitivamente del podio tras sufrir una dura caída a falta de 4,6 kms para la meta. Su plaza la ocupa ahora Rui Costa, que volvió a ser segundo en la etapa e intentará rascar los 14 segundos que le separan del líder hoy en una última jornada rompepiernas.

Los protagonistas de la escapada principal fueron esta vez Frank (IAM), Lemoine (Cofidis), Westra (Astana), Guillou (Bretagne), Ligthart (Lotto), Didier (Trek), Szmyd (Movistar) y Timmer (Giant). Su aventura concluyó a falta de 30 para el final, y ahí comenzó la cascada de intentos en solitario, aprovechando la accidentada orografía que presentaba el recorrido. David López, Chavanel y Gavazzi fueron algunos de los que intentaron, pero sin evitar que el grupo llegara compacto al repecho que decidiría el ganador final.

Y en una llegada calcada a las que se han visto en casi todas las etapas de esta atípica París-Niza, el premio al corredor más fuerte fue para Slagter: «Ayer el cambio se me rompió en la última curva. Fue frustrante porque la general se me esfumó. Pero cuando hemos llegado hoy al circuito he visto que era una llegada perfecta para mí. Estoy feliz de haber ganado de nuevo. Es el mejor principio de temporada posible para atacar mis otros objetivos, la Milán-San Remo y las clásicas de las Ardenas».