«Lamentablemente el 1-6 de la ida ha ensombrecido la buena temporada que hemos hecho. Por eso es importante que la última imagen que quede de esta participación en la Liga de Campeones sea positiva», es a lo único positivo a lo que se agarra el Schalke alemán en palabras, ayer, de su capitán Benedikt Höwedes. La visita al Santiago Bernabéu sobraba en esta eliminatoria de acceso a cuartos de la Champions League, donde Cristiano Ronaldo junto a Sergio Ramos y Luka Modric serán los únicos titulares indiscutibles que comiencen el encuentro menos trascendental de esta vuelta de octavos.

Pese al resultado de la ida el objetivo madridista es claro, enlazan 30 partidos sin perder, y Carlo Ancelotti está a solo cuatro del récord histórico marcado por Leo Beenhakker. La historia también corre de su parte. Tras fulminar la `maldición alemana' en Gelsenkirchen, de local en 25 partidos ante equipos alemanes sólo ha perdido dos, por 19 victorias y cuatro empates.

En 2004 el Deportivo remontó un 4-1 al Milan, el Barça un 3-1 al Chelsea en 2000 y el propio Chelsea un 3-1 al Nápoles en 2012, pero no parece que el milagro se vaya a obrar. Un duelo intrascendente en el que ambos equipos reservarán jugadores pensando más en sus campeonatos domésticos, sobre todo los blancos, con la mente puesta en el clásico ante el Barcelona este fin de semana.

Nada que ver con lo que se espera ver en Stamford Brigde, donde el Chelsea de José Mourinho parte con la leve ventaja del 1-1 logrado en el `infierno' de Estambul. Los Blues están invictos en su feudo desde hace 75 partidos y aunque vienen de perder en liga, el Galatasaray tampoco asusta lejos de su estadio, con una modesta racha de resultados en la liga local de cuatro empates en los últimos partidos a domicilio.

«El Chelsea tiene un 80 por ciento de posibilidades de pasar», declaró el técnico de los turcos, Roberto Mancini. La paciencia es el arma más importante del conjunto del barrio de Galata ya que el conjunto inglés no sabe lo que es encajar un gol en la primera parte en la competición. Por lo tanto el entrenador italiano tiene que hacer que los suyos mantengan la fe y para ello qué mejor que recordar un famoso dicho turco, que reza «creer está a mitad de camino de conseguir».