ALMERIA 1

OSASUNA 2

No pudo llegar en mejor momeno el primer triunfo que logra Osasuna en Primera en tierras almerienses, consiguiendo lo que los ingleses denominan six pointer -sumar tres puntos e impedir que un rival directo lo haga-, gracias a una primera parte en la que defendió con orden y buscó la meta de Esteban, junto a una segunda de supervivencia atrás. Los de Javi Gracia salen momentáneamente del descenso y afrontan con menor presión el importante duelo de dentro de una semana contra el Valladolid en El Sadar.

Los rojillos iniciaron otro encuentro con buen pie, circulando con criterio el balón, abriendo a banda y buscando el rema- te. Vamos, siguiendo los cánones del fútbol. Guión conocido sin recompensa, esta vez no fue así en el estadio de los Juegos del Mediterráneo, donde se auguraba un ambiente hostil dado lo que se jugaban los locales. Sin embargo, no fue para tanto y Osasuna se vio desde el primer minuto que tenía un aire bien diferente al temeroso conjunto que se mostró en Vallecas. En esta ocasión, los de Javi Gracia querían la pelota, buscaban las alas y trataban de llevar la iniciativa. El Almería, un tanto desconcertado ante la salida navarra, fiaba todo su futuro a la velocidad de Suso -llevó la batuta en ataque- y Aleix Vidal.

El primer estímulo goleador al buen hacer del cuadro rojillo llegó rondando el minuto 20. Ahora sí, Osasuna aprovechó su segunda llegada clara al área de Esteban en una jugada combinativa de lado a lado del campo que certificó Oriol Riera -su undécima diana- en posición correcta, ya que Mané se quedó enganchado en la zaga local.

El 0-1 confirmó el trabajo bien hecho de los de Gracia y, lógicamente, afectó para bien a su moral, porque no solo estaban siendo eficaces en ataque, sino también en defensa. A los anfitriones solo les quedaba el recurso del disparo desde fuera del área, pero su punto de mira ayer estuvo muy desviado. Más resguardado atrás, Osasuna cedió parte de la posesión del esférico, pero no renunció a salir con verticalidad cuando recuperó el cuero.

Faltaba, además, sacarle provecho a las jugadas de estrategia. Y ello llegó pasada la media hora cuando Roberto Torres botó una falta desde la línea de tres cuartos zurda que no fue abortada de manera correcta por Verza, dejando un balón llovido del cielo que Arribas, mucho más espabilado dentro del área almeriense que Marcelo Silva, colocó con la testa con la suficiente fuerza y precisión como para que se colase en las mallas del meta local.

El Almería aprieta

Cabía esperar que el Almería apretase tras el descanso. Perdía en casa un partido crucial ante un oponente directo, además del gol average, y ello obligaba a arriesgar. El primer cuarto de hora fue de completo dominio andaluz, pero la buena colocación de la escuadra navarra impidió que ello se transformase en ocasiones de cierta trascendencia. Solo una diagonal de Suso en el vértice del área y su posterior disparo generó proble- mas a la hora de detener el esférico a Andrés Fernández.

Francisco quemó sus naves, quitó un central -el desafortunado Marcelo Silva-, pero los suyos tampoco carburaban. Es más, Osasuna parecía desprenderse del agobio y buscar la puntilla con el 0-3. Lobato la tuvo por partida doble -bastante más clara su segunda ocasión- pero, como es tradicional, la formación rojilla volvió a complicarse la vida ella solita. A renglón seguido, una colada de Azeez y el mal despeje de Arribas facilitaban el 1-2 de Soriano.

La dinámica volvía a inclinarse del lado anfitrión. El ex rojillo tuvo el empate en su testa, pero ajustó demasiado. El Almería empujó en el último tramo más con arreones que con claridad, lo que no dejaba de infundir temor, pero en esta ocasión el marcador ya no se movería y los puntos volaron a Iruñea.