IBILIZ IBILI | Javier Iturritxa

El Hornillo para calentar, el San Cristóbal para guiarnos y el Oteo para terminar

Este paseo nos brinda la oportunidad de subir dos bonitas cumbres puntuables en el mismo día. Ambas están delimitadas tanto al este como al oeste por dos barrancos de gran calidad: la Foz de Istora y las Cascadas de Aguake, por si queréis combinar después de un día caluroso... Si no queréis barranquear, también os podéis pegar un baño en las pozas de Antoñana o de Kanpezu. Una de tantas opciones que nos ofrece esta singular zona...

Desde dicha explanada sale una pista de tierra hacia el sur, la cogeremos. Según avanzamos por ella, veremos dos desvíos a la derecha y uno a la izquierda que obviaremos. Así es como llegaremos al bosque del Hornillo, en donde saltaremos una langa para seguir por la pista principal. En breve, pasaremos por debajo de una Línea de Alta Tensión. Nos dirigiremos más hacia al sur, dejando atrás dicha línea. Sin embargo, en el siguiente cruce, torceremos a la derecha para volvernos a poner debajo de la línea. Aquí abandonaremos la pista, ascendiendo así por un sendero que va paralelo a la Alta Tensión. Una cuesta dura y que nos hará entrar en calor nos espera. Poco a poco el monte se va pelando y la cuesta disminuyendo. Para cuando nos queramos dar cuenta, estaremos ya en la cumbre del Hornillo (994 metros).

Nuestro siguiente objetivo es el San Cristobal, patrón de los conductores. Es de tener en cuenta que a lo largo del recorrido tendremos como referencia su ermita, situada en la misma cumbre. Desde el Hornillo bajaremos dirección suroeste por una pista. Obviaremos a la izquierda una desviación que nos dejaría, siguiendo unas señales blanco-amarillas, en Antoñana. Y seguiremos descendiendo por dicha pista en zig-zag hasta pasar una langa. Nada más pasarla, abandonaremos la pista, girando hacia la izquierda. Ahora bajaremos paralelos a dicha langa. Esta zona es un sendero muy guapo y cerrado que os gustará un montón por lo perdido que está. Al final del sendero tendremos que saltar un par de pasos de langa para seguir hacia el norte. Al poco saldremos a una pista.

Avanzaremos por esta pista dirección norte para llegar a otra pista asfaltada. Esta es, ni más ni menos, la que une Oteo con Antoñana. Torceremos aquí a la derecha y continuaremos avanzando por ella dirección este. Por último, en el siguiente cruce de pistas torceremos a la izquierda, dirección norte. Es muy evidente.

Cuando este último camino está a punto de morir en una pieza, veremos un mojón a la derecha, lo cogeremos. Llegaremos así a una langa que atravesaremos. Ahora seguiremos de frente por un nuevo sendero dirección oeste que se va difuminando cada vez más hasta desaparecer. Ya sabéis que los senderos en el monte, como todas las demás cosas, si no los cuidamos, se pierden. Así que la alternativa que nos queda es subir dirección norte por la ladera bosque a través. Da igual si salís unos cientos de metros más al este o al oeste, la clave es llegar al filo del monte. Una vez en él, solo nos resta girar a la derecha y, avanzando por un bonito sendero, llegaremos a la cumbre del San Cristobal (968 m). Aquí su ermita tiene una graciosa garvancera. Si os apetece, tocadla ¡porque la ocasión lo merece!

Desde la misma cumbre sale una pista dirección este. Según bajamos por ella, estaremos atentos a no pasarnos un sendero que sale a su derecha. Dicho sendero empieza bajando. Al final de su recorrido, en cambio, sube y baja alternativamente para llegar al sendero por el que previamente habíamos subido. Simplemente nos resta desandar lo anteriormente hecho. De esta guisa, saldremos de nuevo a la pista asfaltada. Giraremos a la izquierda en ese punto dirección este para salir sin pérdida a Oteo. En dicho pueblo con una sola mirada podremos otear todo lo andado hoy y, sin duda alguna, una sensación de satisfacción nos invadirá.