GARA BILBO
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El último esfuerzo

Ante el peligro que siempre encierra la euforia, Ernesto Valverde recuerda que la victoria frente al Sevilla no servirá de nada si el Athletic no asegura la cuarta plaza en estas tres últimas jornadas.

El Athletic está a punto de rubricar una temporada excepcional, en la que podría superar los puntos que en otros tiempos le dieron títulos y que, bastante más complicada ahora esa batalla, le permitirán regresar a la Liga de Campeones más de una década después. Pero todo se quedará en ese «a punto» si los rojiblancos no consiguen los tres puntos -o pinchazo del Sevilla mediante- que les separan de la certificación matemática del logro.

De ahí que, mientras en el entorno se festeja desde el domingo la entrada en el selecto club de Champions, el equipo se concentra, o al menos lo intenta, en la posibilidad de poder celebrarlo realmente mañana. No se cansó de repetirlo ayer Ernesto Valverde en su comparecencia semanal en Lezama. «Desde hace un tiempo venimos hablando de partidos clave -recordaba el técnico rojiblanco-. Lo decíamos el día del Málaga, que era la llave para optar a la Champions. El del otro día también era decisivo porque teníamos la llave y nos tocaba abrir la puerta. Y ahora ya vemos el panorama pero tenemos que dar el paso. Nos faltan tres puntos y tenemos tres oportunidades. La primera es el viernes y tenemos que jugarla como las anteriores, no podemos empezar a pensar que tenemos cierto margen. La sensación que tenemos que interiorizar y transmitir es que tenemos la necesidad de ganar para sumar tres puntos que supondrían cumplir un sueño».

Reconoce Valverde que en la caseta «se ha hablado» del peligro que encierra la euforia. «Teníamos esa final, la hemos ganado y la gente, esa propia inercia del partido ganado, de la ventaja, de que quede muy poco..., te hace ver que lo tenemos en la mano. Y realmente dependemos de nosotros, nos quedan tres puntos y tenemos tres oportunidades pero realmente no está hecho -insistió-. Aunque en ese sentido no tengo ningún miedo por los jugadores porque todos sabemos lo que nos ha costado llegar hasta aquí, lo que nos cuesta ganar cada partido y cómo tenemos que afrontar el partido para intentar sumar los tres puntos y evitar dinámicas peligrosas».

Confía el entrenador alavés en que el ambientazo que se vivirá en Vallecas contribuya a lanzar al equipo a por su objetivo. «El ambiente allí siempre es espectacular cuando va el Athletic y en este caso será aún mejor porque ellos están en un momento de euforia y es una gran cita para nosotros. Ellos también tendrán sus ambiciones pero nosotros nos estamos jugando mucho -subrayó-. No voy a decir que la vida, pero se tiene que ver lo que nos jugamos, que nuestra gente sepa que nos estamos jugando una ilusión que aún tenemos que asegurar. Que estamos a un paso de esa pequeña gloria de ser cuartos, que para nosotros es una gloria».

Regularidad

A falta de ese último empujón, sí resulta indudable la gran temporada que ha firmado el Athletic. Fundamentada principalmente, en opinión de su técnico, en «la regularidad. Creo que ha sido la mejor virtud del equipo. Sobre todo el hecho de que las derrotas que hemos sufrido no se han convertido en baches prolongados. La clave ha sido esa, que hemos sufrido derrotas y hemos reaccionado pronto. El equipo no ha entrado en dinámicas negativas, siempre ha puesto freno a las derrotas y, de hecho, desde la primera hasta la última jornada de Liga vamos a estar en puestos europeos. Lo que queremos es que en la última sea en el cuarto puesto, que es el premio gordo».

Dentro de la magnífica temporada de los rojiblancos, destaca especialmente su rendimiento en San Mamés. Un campo nuevo al que acomodarse, con la particularidad de una grada todavía por construir, y que el equipo ha conseguido convertir en un fortín. «La verdad es que conseguir 13 victorias en 18 partidos no es sencillo. Es una buena marca, aunque no miro mucho las estadísticas, me resisto a hacerlo porque nos quedan tres puntos por conseguir todavía y no ha acabado la temporada. Pero es verdad que lo que estamos haciendo en casa es algo muy difícil de hacer, aunque me gustaría mejorarlo y acabar con 14 victorias», sonrió.

Momentos brillantes

También destacó el técnico la tranquilidad, reflejo de la capacidad competitiva, de sus jugadores en partidos destacados, así como, lógicamente, el buen nivel que han ofrecido los futbolistas rojiblancos en el plano personal. «Si estamos con 65 puntos es por muchas cosas y desde luego es porque todos los jugadores han hecho una gran temporada y también ha habido muchos momentos brillantes. Nunca sabes cuándo han sido los más importantes porque igual han sido los cinco últimos minutos contra el Elche o cinco minutos contra el Getafe o contra el Levante. En líneas generales, el equipo está rindiendo a una gran altura. Pero nos falta todavía el último paso -insistió una vez más- y a veces es el más difícil de dar».