Joseba VIVANCO
Internacional

Fútbol es fútbol, o no

La Premier League cambia de favorito gracias al «autobús» de José Mourinho.

«Fútbol es fútbol», fue una de las máximas que nos dejó el malogrado Vujadin Boskov. Para lo bueno y para lo malo. «El público de los partidos de pelotón es aquí el mismo que el de las corridas de toros y no más culto», zanjó el gran Unamuno, y de esos los hay en todos los estadios y aficiones. Como los que lanzan un plátano a un jugador por ser negro. Tics racistas con los que a veces se es demasiado permisivo. Pero también el balompié nos deja momentos que nos congracian con este deporte. Como la atronadora ovación que Martín Palermo recibió en La Bombonera de Boca este fin de semana; como la imagen de ver al Fenerbahce turco coronarse campeón de la Süper Lig delante de 53.000 espectadores todos ellos mujeres y niños, debido a una sanción al club por los incidentes habidos en su derbi local ante el Besiktas; o como los 40.035 espectadores que se dieron cita en el Felix Bollaert de Lens en lo que es un récord de asistencia en un partido de la Segunda francesa.

Los `canarios' de Estambul se alzaron con su 19º título doméstico en la misma jornada en la que el Ajax holandés reeditaba por cuarto año consecutivo entorchado en la Eredivisie holandesa, cuarto de su técnico Frank de Boer desde que llegara al cargo en diciembre de 2010. «Siempre quieres formar parte de los libros de la historia», dijo.

Como lo está haciendo el portugués José Mourinho, odiado y amado a partes iguales, que a nadie deja indiferente, y que de buenas a primeras se ha convertido en juez de una disputadísima Premier League. «El campeón será el Liverpool o el City, así que no hay nada que celebrar», fue la reflexión de un `Mou' que minutos antes había sorprendido al Liverpool en Anfield con un 0-2 y puesto en bandeja el título a los Citizens. «Jose didn't park ONE bus... he parked TWO», tituló el ``Mirror', después de que su Chelsea con muchos cambios -debutó con nota el joven checo Tomas Kalas, que solo unas semanas antes declaraba «soy un jugador para los entrenamientos del Chelsea. Si ellos necesitan un cono, me ponen a mí ahí»- planteara un partido ultradefensivo y aprovechara un fallo del capitán red Gerrard para poner en ventaja el marcador y sentenciar en el descuento en una contra letal. «¿Tomas Kalas? Precioso, precioso... El chico, Liverpool, Anfield, precioso», lo resumió Mourinho.

El Chelsea ha ganado los dos partidos esta temporada, en casa y fuera, a los dos rivales que se juegan la Premier. Eso dice mucho de su juego, incómodo como ninguno ante los grandes, pero falto de creatividad ante los no tanto. «El fútbol no es patinaje artístico. No dan puntos por el estilo», dijo una vez Reiner Calmund, exdirector deportivo del Bayer Leverkusen. Ese es el fútbol de `Mou'. Guste o no, resultadista.

Esta vez, un impotente y superado por la ansiedad Liverpool veía cómo ahora, a falta de tres partidos, es el City el que tiene todo a su favor, después de que los de Manuel Pellegrini ganaran fuera 0-2 y solo dependan de ellos. «Antes de esta jornada dependíamos de otros equipos. Ahora solo dependemos de nosotros», se mostró feliz el entrenador chileno. El triunfo del conjunto de Mourinho hace que los Blues estén a dos puntos del líder, pero el City es el conjunto que lleva ventaja, ya que está a tres del Liverpool y todavía con un encuentro menos. Eso sí, antes debe rendir visita a Goodison Park este sábado en un partido que de nuevo puede hacer de árbitro. Vamos, que el eterno rival de los Reds, el Everton, podría devolverle medio título. Esta vez, los seguidores del Liverpool dejarán a un lado aquella perla del mítico Bill Shankly, quien no dudó en asegurar que «si el Everton jugara en el jardín de mi casa, cerraría las cortinas».

Esa encarnizada lucha de los tres primeros no oscurece el mano a mano entre Arsenal y Everton, en el que esta vez salió mejorado el equipo de Londres. Ganó este lunes 3-0 al Newcastle y sucumbieron el domingo los de Roberto Martínez, por sorpresa, con dos goles en propia puerta. Los evertonians pierden así prácticamente todas las papeletas para colarse en Champions como cuartos y quedan abocados a una Europa League que, siempre repetimos, más parece una condena para los clubes ingleses.

El Manchester United, con el `soldado' Ryan Giggs en el banquillo -a la espera de Louis van Gaal- solventó con un 4-0 -a pares Rooney y Mata- la visita de un Norwich que huele a descenso, de igual modo que la versión más popular de ``Hey Jude'' de The Beatles que acompaña al Cardiff galés dejará de sonar en los campos de la Premier. El Fulham, con un gol de Fernando Amorebieta -esta vez en la meta rival- es otro candidato.

En la Bundesliga el que está a punto de extinguirse es un dinosaurio, el Hamburgo, el único club alemán que nunca ha descendido a la categoría inferior. Están a cinco puntos de la permanencia y casi condenados a jugar la promoción. Si desciende un histórico, es fijo que ascenderá otro, el Colonia, que en sus 16 partidos en casa esta temporada en Segunda ha promediado una media de 46.000 asistentes por partido.

El Bayern de Munich goleó 5-2 al Werder Bremen -con gol del visitante checo de nombre Gebre Selassie, como el atleta- y eso que Pep Guardiola se tuvo que disculpar en sala de prensa ante la mala primera mitad de los suyos. En tablas acabó el partido de la jornada, Bayer Leverkusen-Borussia Dortmund, que por dos veces tuvieron que remontar los de Jurgen Klopp, que ya tienen sellada su clasificación para la fase de grupos de la Champions League la próxima temporada y está preparando la final de la Copa de Alemania contra el Bayern el 17 de mayo.

El PSG sigue esperando

Solventadas muchas cosas en la Bundesliga, en la Ligue 1 el PSG sigue teniendo que esperar y todo porque no pudo pasar del empate contra un Sochaux que pelea por la permanencia, en tanto un de nuevo triste Mónaco se aseguró la segunda plaza, mientras que el Lille consolida su puesto de Champions tras vencer por 2-1 al Girondins de Bordeaux. Detrás están el Saint-Étienne y el Olympique Lyonnais. El histórico Olympique de Marsella, al que Marcelo Bielsa estaría próximo a entrenar, se apresta a una revolución interna para la próxima campaña.

Y si al PSG se le resiste un título anunciado hace jornadas, en Italia sucede algo parecido. La victoria de la Roma esta jornada ha supuesto que la Juventus no pueda ganar la Serie A aun, a pesar de ganar 1-3, y la Vecchia Signora deberá demorarlo una jornada más. Ocho puntos de ventaja a falta de tres jornadas. Pero de momento el noveno triunfo consecutivo del conjunto Giallorossi al vencer por 2-0 al Milan no lo ha permitido. «Por encima de todo, podemos seguir soñando», comentó el entrenador romano Rudi Garcia. «Haremos todo lo posible por coger a la Juventus», añadió el goleador Pjaniç. Mientras tanto, el Nápoles de Benítez -donde se lesionó Higüaín- no pudo pasar del empate con el Inter, que casi se asegura la Europa League junto a la Fiorentina.

Los interistas se las verán este fin de semana con el Milan, en un duelo a todo o nada para los segundos por ser quintos. Veremos cuál es la actitud del díscolo Mario Balotelli, que además de enfadarse con sus compañeros en la derrota ante la Roma, luego la lió parda en una entrevista con la cadena Sky, donde. como detalla Toni Padilla, Giancarlo Marocchi, quien fue centrocampista de la Juve en los 90, lo acusó de jugar muy estático. Balotelli le contestó que «no entiendes de fútbol». Luego apareció Zvonimir Boban, que le preguntó si se consideraba una estrella: «Soy un jugador normal, muy normal. Nunca me he definido como un fuera de serie. Eres tú el que buscas estas cosas». El tercero que saltó al ring fue Christian Panucci, que insinuó que Balotelli nunca será una gran estrella. «Vuestras críticas no me ayudan. Me puedo formar mi opinión solo», contestó el delantero del Milan. Y se largó después de un intercambio de opiniones muy tenso. No anda bien el delantero y ya se habla de que será vendido este verano a pesar de sus 14 goles.

Así que con casi todo decidido, cobra protagonismo la pelea del veterano Luca Toni, de 36 años, que sumó un gol más -19- en la carrera como capocannoniere de la Serie A, en dura pugna con el joven Ciro Immobile -21-, cuyo 50% es propiedad de la Juventus. Y decimos joven porque cuando Toni debutó en la máxima categoría, el ariete del Torino apenas tenía 4 añitos. Nacido en una ciudad napolitana cerca del Vesubio, este rubiales de 1,85 de altura tiene una gran personalidad, bromista y descarado, y un olfato goleador como pocos. La Juve le captó de la Serie C italiana tras marcar 30 goles en una campaña y puede ser el `9' azurro en el Mundial.

Otro prometedor talento que habrá que ver si se tuerce o sigue la estela de los grandes cañoreros transalpinos que siguen en activo, como el propio Toni o Di Natale, o Totti. Ya lo dijo Sir Alex Ferguson, «los jugadores de hoy no se parecen a los de hace 25 años. Les encanta pensar que vienen de la clase obrera, pero no es la clase obrera que yo conocí». De esa clase es uno que acaba de anunciar su retirada, Kevin Mark Phillips, el único jugador inglés que ha conseguido alzarse con el premio entregado al máximo goleador de todas las ligas europeas, la Bota de Oro, anotando la más que destacable cifra de 30 goles para el Sunderland en la temporada 1999-2000, siendo él un debutante en la Premier y en un equipo ascendido. `Super Kev', nacido en la tierra del carbón, en la cuenca de Durham, abandona la máxima competición a sus 41 años y tras veinte temporadas en activo. Este curso fichó por el Crystal Palace, pero en enero abandonó los Eagles para firmar con el Leicester.

Por gente como Gerrard, Toni o Phillips formamos parte, como diría el malogrado Gabriel García Márquez, de la «santa hermandad de los hinchas».