Joseba ITURRIA
Giro de Italia

Kittel no tiene rival en el sprint

Orica y Cannondale fueron los que trabajaron para anular la fuga del día y el alemán no necesitó de la ayuda de un decepcionante Giant para confirmar el pronóstico. Michael Matthews recogió la maglia rosa tras ser el único de su equipo que entró en el primer corte.

Marcel Kittel confirmó el pronóstico y se impuso con autoridad en el sprint que decidió la segunda etapa del Giro de Italia con final en Belfast. Michael Matthews, el mejor del Orica en el sprint, recogió la maglia rosa que ayer vistió Svein Tuft.

Kittel logró la victoria con una gran autoridad por delante de Bouhanni, Nizzolo y Viviani a pesar de que su equipo, el Giant, apenas trabajó en toda la etapa. Orica y Cannondale asumieron la responsabilidad de anular la fuga de Maarten Tjallingii (Belkin), Jeffry Romero (Colombia), Sander Armee (Lotto) y Andrea Fedi (Neri Sottoli), que estuvieron en cabeza de carrera desde el kilómetro 4 hasta que el holandés, el más fuerte del cuarteto, fue atrapado a solo cuatro de meta.

Fueron 211 kilómetros de fuga que tuvieron para el corredor del Belkin el premio del primer maillot de la montaña. Pudo ganar la etapa si el Cannondale no hace el trabajo que no pudo asumir el Giant. Se esperaba que el equipo holandés, formado con el único objetivo de lanzar a Kittel en los sprints, llevara la responsabilidad que le corresponde por tener al mejor velocista del Giro con diferencia, pero si no llega a ser por el conjunto italiano no hay sprint.

Cannondale consiguió que Tjallingii fuera cazado en los últimos kilómetros y entonces fue el Trek el que cogió la cabeza del pelotón hasta que el Orica preparó la llegada para Michael Matthews en los últimos 1.500 metros. Giant apenas trabajó en cabeza de grupo, pero Kittel no necesitó de mucha colaboración porque cogió la rueda de Bouhanni y en un sprint que comenzó tras una curva de 90 grados el alemán se impuso con claridad.

Victorias en las tres grandes

Kittel, que hoy querrá celebrar sus 26 años con otra victoria, entraba de esta manera en el club selecto de corredores que han ganado en las tres grandes. En su primera participación en la Vuelta ganó una etapa en 2011 y en el Tour del año pasado destronó a Mark Cavendish al lograr cuatro triunfos. En el Giro levantaba los brazos en su primera oportunidad y parece difícil que deje escapar alguna.

Es el mejor sprinter del momento y además en el Giro faltan sus principales rivales como Greipel y Cavendish. Por eso lo sorprendente es que los equipos de velocistas de menor nivel realicen tanto trabajo como ayer el Cannondale. Viviani llegaba a la salida del Giro tras ganar dos etapas en su última carrera en el Tour de Turquía, pero allí Cavendish demostró que era muy superior y hoy en día Kittel es mejor que el manés y parece difícil que se deje sorprender.

Porque no fue solo el Cannondale. El Orica quiso mantener la maglia rosa y asumió la responsabilidad de tener la escapada controlada con una diferencia que en ningún momento superó los 6.30 alcanzados al principio. A partir de ahí los australianos trabajaron para que no llegara la fuga y apenas encontraron la colaboración del Giant.

La incógnita

Si no llega a ser por el Cannondale la escapada habría llegado. Por eso la incógnita radica en saber cual será la táctica que siguen los equipos de los sprinters, porque van a tener más opciones de ganar si meten corredores en las escapadas.

Al margen de Kittel y de los cuatro integrantes de la fuga, la protagonista de la jornada fue la lluvia, que hizo más desagradable aún el largo kilometraje establecido por la organización. Se registró alguna caída, pero sin consecuencias y lo más destacable fue que todos los corredores que tomaron la salida pudieron llegar a la meta. Los jueces establecieron un corte de tres segundos entre los veinte primeros y el resto y todos los vascos entraron en el pelotón menos Jonathan Castroviejo.

El Giro se despide de la lluvia de Irlanda con una tercera etapa de 187 kilómetros entre Armagh y Dublín, que solo presenta dos puertos en los primeros 50. Se espera una escapada y la incógnita estriba en saber si van a trabajar los mismos equipos que ayer o van a obligar a hacerlo al Giant, que querrá regalar a Marcel Kittel una victoria el día en el que cumple 26 años.

Koldo Fernández, el ausente en la salida

El pelotón del Giro disputó la segunda etapa con la baja de Koldo Fernández de Larrea, que acabó la crono por equipos del viernes con la clavícula rota, como su compañero Dan Martin. El alavés había enfocado toda la temporada para llegar con el peso ideal y su mejor forma al Giro y abandonó al término de la primera etapa de una manera similar a la que lo hizo en la última edición de la Vuelta en otra crono por equipos.

También era la primera etapa entre Arosa y Sanxenxo y el alavés se cayó junto con su compañero Michel Kreder y no pudo tomar la salida al día siguiente. La historia se repitió el viernes en las calles de Belfast, cuando se cayó Haas y los tres corredores que estaban por detrás se fueron al suelo con él.

La desgracia le ha perseguido en las dos grandes que ha corrido con Garmin. Ahora deberá empezar a pensar en la segunda parte de la temporada y en entrar en el equipo de la Vuelta, que comenzará con una crono por equipos en Xerez... Joseba ITURRIA