Diego Ulissi atinó más en el cálculo
El del Lampre obtuvo su segundo triunfo en la ronda italiana al aprovecharse del trabajo de los Katusha para Rodríguez, al que le faltó algo más de desnivel en la primera llegada en alto. Matthews mantuvo el liderato y Cadel Evans logró seis segundos de bonificación.

Tras unas jornadas de locura en Irlanda y superado el cupo reservado a los sprinters, eran muchos los ciclistas que tenían marcada en rojo la jornada de ayer, con la llegada a Viggiano, la primera en alto del Giro, como primer test medio-serio para calibrar las fuerzas de los aspirantes a la victoria final. Así, los Katusha hicieron un gran trabajo para su líder, pero a Joaquím Rodríguez le faltó desnivel para hacer daño, o le sobró viento de cara para abrir hueco y el triunfo fue para Diego Ulissi, que también le tenía el ojo echado a esta prueba desde que se desveló el libro de ruta, ya que estuvo más atinado en el cálculo y lanzó el sprint en el momento preciso, sin que ninguno de los grandes favoritos pudiera seguirle la rueda.
Desaparecido en las Ardenas, el talento del joven del Lampre emergió en la parte final de otra jornada de gran desgaste para acelerar en los últimos cien metros y obtener su segunda victoria en la prueba italiana, tras la polémica de 2011, cuando Giovanni Visconti fue relegado a la tercera posición por entender los jueces que empleó los codos en el sprint de un grupo en el que también estaba Lastras.
Con 5,5 kms al 5% y una pendiente máxima del 8%, las dos ascensiones a Viggiano, de cuarta categoría, situadas en los últimos kilómetros de la etapa, no sirvieron para marcar diferencias y, de hecho, el sprinter Michael Matthews fue capaz de mantener la maglia rosa, pero sí que dejó a los más fuertes en cabeza de carrera y, entre ellos, Cadel Evans terminó segundo en la etapa, con lo que consiguió seis segundos de bonificación, con lo que superó a Urán en la general y su diferencia sobre un aspirante como Purito Rodríguez, que quería limar tiempo, es ya de 1:22. Arredondo y Boasson Hagen también lucharon por la etapa, pero no pudieron reunir la potencia suficiente para superar a Ulissi.
Más desgaste
Con una ligera mejoría de la meteorología, pero con mucho viento y una bajada muy peligrosa por deslizante, la jornada volvió a ser de gran desgaste para los corredores. La etapa comenzó con una numerosa escapada, formada por Elia Viviani (Cannondale), Ben Swift (Team Sky), Tyler Farrar y Fabian Wegmann (Garmin-Sharp), Miguel Angel Rubiano (Colombia), Tony Hurel y Bjorn Thurau (Europcar), Marco Frapporti (Androni Giocattoli), Yonathan Monsalve (Neri Sottoli), Kenny Dehaes y Tosh Van der Sande (Lotto-Belisol). Sin embargo, el aire y el control del Orica-GreenEdge apenas dejó que este grupo, que también fue perdiendo unidades con el paso de los kilómetros, tomase una ventaja excesivamente amplia, por lo que paulatinamente fueron perdiendo fuelle y cogidos mucho antes de que empezase el tramo decisivo del día.
Katusha y BMC comenzaron a mostrar sus cartas en la primera subida a Viggiano, tomando el control de la carrera para trabajar en pos de sus líderes. Sin embargo, tuvo que ser la formación rusa la que tuvo que tomar la responsabilidad de tirar a por el italiano Brambilla (Omega Pharma-Quick Step), que se había lanzado en el descenso y que por momentos aprovechó cierto desconcierto en el grupo de favoritos, en una carretera muy deslizante por la lluvia. De todos modos, en cuanto el grupo se organizó, las ilusiones del transalpino se disiparon.
Con el grupo ya compacto, Vicioso y Moreno trataron de hacer la selección para Purito, marcado de cerca por Boasson Hagen y Arredondo, sabedores de que su rueda podría ser buena de cara a llevarse el triunfo.
Sin embargo, fue Ulissi el que acertó a coger la buena rueda, la de Cadel Evans, que emergió de dentro del pelotón para superar a todos y abrir el hueco aprovechado por Ulissi para ganar.
El pelotón afronta hoy la sexta etapa del Giro, una etapa ya de por sí larga, que ha sido aumentada hasta los 257 kilómetros, diez más de los previstos, por un deslizamiento de tierra.
Mikel Landa se dejó seis minutos en una caída
En otra jornada en la que la lluvia causó estragos entre los participantes, el alavés Mikel Landa fue uno de los grandes perjudicados tras caerse al suelo húmedo en una curva a izquierdas en el descenso de Viggiano, a diez kilómetros de la meta. El ciclista de Astana no sufrió, aparentemente, lesiones importantes, pero entre levantarse, que la carrera iba lanzada y que tuvo que cambiar la bicicleta para poder seguir, terminó dejándose 6.12 minutos respecto al grupo de favoritos en el que marchaba cuando cayó.
«A veces, cuando te caes lentamente tienes más contacto con el suelo y por eso una gran parte de mi cuerpo golpeó el asfalto», declaró el ciclista alavés, que para hoy espera «una etapa muy larga, pero es predominantemente llana, con solo una pequeña subida al final. Después de cinco etapas no estamos cansados, pero es más importante recuperar cada día ahora».
Mikel Landa llegó a su primer Giro de Italia pletórico de moral y forma por su triunfo en la etapa reina del Giro del Trentino y con el principal trabajo de arropar a Scarponi en la montaña en el objetivo del italiano de alcanzar el podio.
Otro excorredor de Euskaltel, Samuel Sánchez, también cedió tiempo (1:15) por culpa de otro incidente. El ciclista asturiano se vio envuelto en una montonera que le impidió enlazar con el grupo delantero cuando se estaba decidiendo la etapa, con sus compañeros de equipo en el BMC trabajando para Cadel Evans. Thomas de Gendt, tercero en el Giro de 2012, gregario de lujo para Urán, también se fue al suelo y cedió el mismo tiempo que Landa. J.O.

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