Nacer Bouhanni repite en Foligno
El sprinter del FDJ logró su segunda victoria al batir a Nizzolo tras encontrar un hueco para lanzar su sprint cuando estaba cerrado tras un gran trabajo del Giant para Mezgec, tercero. Cadel Evans, candidato a conseguir la maglia rosa en el final en alto de Montecopiolo.

Nacer Bouhanni dio al FDJ su segunda victoria al sprint en este Giro al imponerse por centímetros en la meta de Folingo a Nizzolo (Trek) y Mezgec, que no supo rematar el mejor trabajo realizado hasta ahora por Giant.
El equipo holandés fue superado por sus rivales en los dos sprints de Irlanda y Marcel Kittel tuvo que esforzarse al máximo para lograr sus dos victorias. Tras la retirada del alemán y la apuesta por su segundo sprinters, Luca Mezgec, Giant ha trabajado mejor, Bert De Backer dejó al esloveno en una situación inmejorable a menos de 150 metros de la meta, pero Bouhanni y Nizzolo fueron superiores.
Matthews, que quiso meterse en el sprint, entró cuarto y el gran derrotado fue Elia Viviani, que solo pudo ser décimo tras quedar mal colocado en el último kilómetro y no hacer bueno el generoso trabajo de Cannondale. La retirada de Kittel ha dado vida a los equipos de los sprinters y ninguno quiso perder la oportunidad de jugarse la victoria antes de los Apeninos.
Volvió a encontrar recompensa un ganador como Bouhanni, de 23 años, que logró once victorias la temporada pasada y con la de ayer suma siete. Y lo más importante, cada vez de más calidad. Este año lleva dos en el Giro, una en París Niza y una en Criterium Internacional. Sabe fajarse en el grupo con su experiencia en el boxeo para ganar la posición y así encontró una rendija para lanzar su sprint cuando estaba cerrado cerca de meta.
La calculadora funcionó
Los equipos de los sprinters acertaron con sus cálculos para anular la fuga de la jornada que estuvo formada por Haas (Garmin), Anacona (Lampre), Thurau (Europcar), Boem (Bardiani) y Chalapud (Colombia). Llegaron a tener una máxima ventaja de ocho minutos y aguantaron cinco a 45 kilómetros de meta en la última ascensión de Valico della Somma.
Los conjuntos de los velocistas no quisieron forzar la máquina antes del último puerto para tener a todos sus rodadores en el descenso y en el llano para comenzar a recortar diferencias. Pero ya en el puerto empezaron a descontar segundos y después la fuerza del pelotón provocó que la fuga entrara en los últimos diez kilómetros con poco más de un minuto.
Haas lo intentó a falta de menos tres, cuando se produjo una de las pocas caídas de la jornada, la de Fran Ventoso. La lluvia dio una tregua al Giro y los corredores lo agradecieron, aunque Movistar sigue sin ganar para sustos. El cántabro no sufrió lesiones, pero su caída dejó cortado a Nairo Quintana, al que en principio los jueces dieron un retraso de 23 segundos. Después decidieron otorgar el mismo tiempo a todos los que pasaron juntos la pancarta de los últimos tres kilómetros.
Gorka Izagirre, tras la caída del jueves, ayer aguantó bien la etapa, aunque llegó con Igor Antón a 3.29. El equipo navarro ha sufrido en los últimos días y desea que llegue cuanto antes la montaña para que su líder empiece a recortar distancias.
Primera etapa dura
La de hoy es la primera etapa dura del Giro entre Foligno y Montecopiolo, con 179 kilómetros. A 41 de meta se corona el Cippo di Carpegna, de Primera, a 15 el Villagio del Lago de Segunda y, sin apenas descenso, se sube hasta la meta de Montecopiolo, primer puerto duro del Giro. Presenta 500 metros al 11% cuando se pasa la pancarta de dos para meta y los últimos 500 metros son al 10,4% con rampas máximas del 13%.
Son casi diecinueve kilómetros de ascensión continuada entre los dos puertos y Michael Matthews tendrá más complicada la defensa de la maglia rosa que en las dos primeras llegadas en alto. Cadel Evans debería recoger el liderato y habrá que ver si en las dos zonas más duras del puerto en los últimos kilómetros empieza Nairo Quintana a recortarle tiempo, porque la llegada de hoy es más propicia para el colombiano que la de mañana en Sestola.
Matthews asume que cederá el liderato en Montecopiolo
Michael Matthews, que cuando logró la maglia rosa el sábado en Belfast se marcó el objetivo de aguantar con ella el máximo tiempo posible, asumía tras ser cuarto ayer que no podrá mantener el liderato en la dura parte final de la etapa de Montecopiolo: «Supongo que tendré que dejar el maillot mañana -dijo por la etapa de hoy-, pero todas estas jornadas con la maglia rosa han sido una gran experiencia, para mí y para el equipo».
Intentó repetir victoria ayer, pero se tuvo que conformar con el cuarto puesto en el sprint del pelotón: «En el equipo hemos acusado la fatiga del jueves y varios corredores estaban aún con dolores tras la caída colectiva. Aun así han conseguido colocarme en buena posición en el final, pero no tenía las mismas piernas que en Montecassino el jueves y he tenido que rendirme».
Nacer Bouhanni explicó la dificultad que entrañó su victoria porque «quería lanzar el sprint en la salida de la curva, pero me he encontrado cerrado por Nizzolo y Matthews, que estaban a la izquierda. He visto un hueco a la derecha y he conseguido aprovecharlo».
Destacaba además que «he vuelto a coger el maillot rojo de la clasificación de los puntos y voy a intentar guardarlo el máximo tiempo posible. Por eso he disputado el sprint intermedio, aunque al 80%. Quería guardar fuerzas para la llegada. No podía renunciar a ella como cualquier cosa. Si tengo que disputar los sprints intermedios en las próximas etapas, lo haré». Preguntado por Kittel y Cavendish dijo que «cuando esprinto con ellos, es para batirles. Son grandes sprinters, pero solo tengo 23 años y busco progresar cada año». GARA

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