Maite SOROA
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

Cuento de «final feliz»

Continuaban ayer las páginas de la prensa española ocupadas por la abdicación del rey español. «Abc» y «La Razón», que compiten en número de páginas dedicadas al monarca y su hijo y en litros de baba desalojados, coincidían en la fotografía de portada y casi en su titular. Sobre la imagen del heredero y su mujer y bajo el epígrafe `Primeras palabras del futuro Rey' (ya le ha costado empezar a hablar), «Abc» titulaba «Don Felipe promete servir a `una nación unida y diversa'», mientras que «La Razón» era más solemne: «El Rey de una España `unida y diversa'», aclarando que el Borbón junior había pronunciado su primer discurso tras la abdicación de su padre.

Tras ojear editoriales, artículos repletos de «razones» de la monarquía que ustedes aun involuntariamente habrán escuchado reiteradamente y por tanto les ahorro, esta lupa se posaba sobre una pieza de Francisco Marhuenda titulada «El príncipe de Viana», en el que demostraba que sus conocimientos de Historia son comparables a los de su adorado y adulado príncipe. Comenzaba su artículo asegurando que Nafarroa «es un símbolo de la unidad de España». Ya, y las vascas -y vascos- más españolas que nadie, aunque ahora quizá lo son las catalanas y catalanes, claro que cuando no hay problemas lo pueden ser las madrileñas o, en un momento dado, la gente de Argamasilla de Alba. En fin, continuaba diciendo que «el viejo reino fue el último en incorporarse», y seguro que ya estaba ansioso, ¿verdad, Paco? Después de un embrollo dinástico bastante ininteligible, reconocía que Nafarroa «tenía una posición estratégica y los reinos de Francia, Castilla y aragón querían conseguir su control. La muerte de Carlos [príncipe de Viana] provocó un giro inesperado en beneficio de los intereses franceses, ya que el reino acabó en manos de la Casa de Foix. En el proceso de Reconquista, Navarra concluyó su expansión quedando encajonada entre Aragón y Castilla, con posesiones al otro lado de los Pirineos». ¿Un par de chalés? ¿Una parcelita? El caso es que «Fernando el Católico no iba a permitir que se convirtiera en satélite de los intereses franceses», con un par, y «Un ejército al mando del duque de Alba entró en entre julio y agosto hasta que finalmente ocupó Pamplona». Y el «feliz resultado de aquella fructífera incorporación a la Monarquía Hispánica» fue que «Don Felipe ostenta el título de príncipe de Viana». Que a estas alturas se emocionen con cuentos de principitos y princesitas...