Rafa Nadal y Novak Djokovic disputarán mañana la final de Roland Garros al deshacerse en semifinales de Andy Murray (6-3, 6-2 y 6-1) y Ernests Gulbis (6-3, 6-3, 3-6 y 6-3), respectivamente.

Ambos tenistas pelearán por el número uno mundial, ya que en caso de victoria de «Nole», el serbio se haría con el primer puesto de la clasificación ATP.

Será la novena final de Nadal en Roland Garros después de alcanzar su victoria número 65 en la arcilla francesa, la 34 consecutiva desde que en octavos 2009 perdió su único partido en París contra el sueco Robin Soderling.

El de ayer fue uno de los duelos más fáciles de Nadal en esta edición del torneo. Duró una hora y 40 minutos y fue un monólogo del manacorí. Su saque fue perfecto, y su actitud, la de siempre. Todo lo contrario que Murray, que acusó el calor y la fatiga acumulada, puesto que hasta llegar a la final había pasado en la pista 4 horas y media más que su rival de ayer.

En cuanto a Djokovic, tendrá una nueva oportunidad de sumar el único Grand Slam que no tiene en su palmarés, lo que le igualaría con el británico Fred Perry, los estadounidenses Don Budge y André Agassi, los australianos Rod Laver y Roy Emerson, el suizo Roger Federer y el propio Rafa Nadal.

«Nole» fue de más a menos y estuvo a punto de complicarse el partido por el calor. El tercer set se le complicó mucho. Gulbis se colocó con 5-3 y servicio, ocasión que no desperdició para alargar el choque. Molesto, Djokovic rompió su raqueta contra la arcilla, pero entendió entonces que había que ponerse el traje de trabajo. Se colocó una visera para protegerse del sol y se mantuvo más entero que su rival para sellar el pase a la final.